8. LUCRECIA
Lucrecia es reconocida como la mayor representante del honor en la antigua Roma. En la época más arcaica, las costumbres de los antepasados -los mores maiorum- y el honor de la familia, quedaban reflejados en la buena fama de las mujeres y constituían los bienes más preciados para la tradición y el derecho. La controvertida leyenda de Lucrecia, máximo ejemplo de virtud, refiere un episodio de violencia sexual cometido por Sexto Tarquinio, hijo del rey etrusco Tarquinio “El Soberbio”, que condujo al derrocamiento de la Monarquía y a la instauración de la República romana.
La joven Lucrecia estaba casada con Lucio Tarquinio Colatino, primo de su violador. Era ejemplo de mujer virtuosa y buena esposa. Sexto Tarquinio, fuertemente atraído por ella, urdió un plan para conseguir yacer con Lucrecia, utilizando amenazas y engaños que, a pesar de la resistencia de la víctima, acaba con la violación de la joven patricia.
Roma
Cuando Lucrecia lo rechazó, este amenazó con matarla y colocar a su lado a un esclavo desnudo para poder justificar después que había vengado el deshonor de la familia al haberla encontrado en flagrante adulterio. Ante tal posibilidad, al saber que el honor de su marido y de su padre serían mancillados, a pesar de su virtud inquebrantable, la voluntad de Lucrecia cedió. Tras la afrenta, mandó llamar a su marido y a su padre, Espurio Lucrecio, para que acudieran a su encuentro cada uno con un amigo fiel, porque había sucedido un hecho terrible. La víctima relató la violencia sufrida y la necesaria venganza que debían realizar los miembros de su familia ante la afrenta brutal, añadiendo que se absolvía de la culpa pero no del castigo. A continuación justificó su suicidio, declarando que desde ese momento ninguna mujer deshonrada podría tomarla como ejemplo para seguir con vida. Casi de inmediato, se clavó un cuchillo en el corazón que terminó con su vida pero que restituyó su bien más preciado, el honor.
La consecuencia política más importante del ultraje sufrido por Lucrecia fue sin duda la deposición del último rey etrusco y su expulsión de Roma junto con toda su familia, lo que trajo consigo la sustitución del sistema monárquico por el régimen republicano en el año 509 a. C. Lucrecia es una de las madres fundadoras de la República romana, ya que justifica el cambio de un modelo agotado de gobierno, por otro nuevo. Su figura puede ser considerada un modelo femenino paradigmático de la tradición romana.
María José Bravo Bosch
Universidad de Vigo
Jean-Jacques Lagrenée (1781). Los hijos de Tarquinio admirando las virtudes de Lucrecia. Museo del Louvre, París.
Fuentes principales
Cicerón, Sobre la República, 2.46; Sobre las leyes, 2.4.
Livio, Historia de Roma desde su fundación, 1-3, 58-60.
Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables, 6.1.1.
Selección bibliográfica
Bauman, R.A. “The Rape of Lucretia. “Quod metus causa” and the Criminal Law”, Latomus 52, 3 (1993) 550-566.
Bosch Bravo, M.ªJ., “El mito de Lucrecia y la familia romana” en Rodríguez López, R., Bravo Bosch, M.ªJ. (eds.), Mulier. Algunas historias e instituciones de Derecho romano (Madrid 2013) 19-35.
Donaldson, I., The Rapes of Lucretia: A Myth and its Transformations (New York 1982).
Guarino, A., “Il dossier di Lucrezia”, Labeo 5 (1959) 211-217.