2. ACA LARENTIA

Aca Larentia fue un personaje femenino protagonista de varias leyendas sobre la fundación de Roma y de la época monárquica. Asimismo, esta mítica mujer fue divinizada y venerada en la Roma antigua. 

Según las versiones legendarias sobre la creación de la ciudad recogidas por los autores clásicos, Aca Larentia era la esposa de Fáustulo, pastor que encontró a los gemelos recién nacidos, Rómulo y Remo, en las orillas del río Tíber y los entregó a su mujer para que los criase. Algunas variantes señalan que Aca Larentia, tras la muerte de Fáustulo, se casó con un rico etrusco llamado Tarucio e hizo a Rómulo su heredero. Otras indican que el pastor Fáustulo era un hombre anciano sin esposa y que, al hallar a los bebés, los entregó a una prostituta (lupa) adinerada llamada Aca Larentia.

Roma

Este relato se modificó a lo largo de los siglos, llegando en tiempos de Augusto a decirse que Aca Larentia tuvo doce hijos que fundaron el colegio de los frates arvales quienes se encargaron, junto con su madre, de rendir honores a los dioses lares. Precisamente de esta atribución cultural podría venir el nombre de “Larentia”. Cuando uno de estos hermanos falleció, Rómulo se ofreció para sustituirlo en sus funciones religiosas. Unos años después, el rey Rómulo murió y en su deificación se le identificó con el dios Quirino. Tras el fallecimiento de Aca Larentia, el flamen Quirinalis habría sido el encargado de ocupar el lugar de Rómulo en este colegio para dirigir los ritos de su funeral. Aca Larentia pasaría a ser identificada con la divinidad femenina Dea Dia.

Otra leyenda cuenta que una noche el guardián del templo de Hércules retó al dios a jugar una partida de dados. El premio para el que ganara sería una cena y los servicios de una prostituta. Este guardián perdió frente a Hércules y le invitó a pasar la noche y cenar con el dios a una famosa meretriz llamada Aca Larentia. Hércules le indicó que aprovechara cualquier circunstancia que se le presentara de regreso a casa.  Al salir del templo, un rico llamado Tarucio, cautivado por su belleza, le propuso matrimonio. Aca aceptó y, a la muerte de éste, se convirtió en dueña de todos sus bienes. A su muerte, nombró heredero de sus propiedades al pueblo romano. Por este motivo, el rey Anco Marcio hizo que la enterraran en el Velabro y la honró con una conmemoración fúnebre anual llevada a cabo cada 23 de diciembre, los Larentalia o Accalia.

Daniel León Ardoy

Universidad de Sevilla

Carlo Maratta (1680-90). El hallazgo de Rómulo y Remo. Branderburgo Museum. Brandenburgo.

Fuentes principales

Dionisio de Halicarnaso, Historia Antigua de Roma, 1.84.4.

Livio, Historia de Roma desde su fundación, 1.4.7.

Macrobio, Saturnales, 1.10-16.

Plutarco, Vidas paralelas. Vida de Rómulo, 4-5.

Selección bibliográfica

Beard, M., “Acca Larentia Gains a Son. Myths and Priesthood at Rome”, en Mackenzie, M.M., Roueché, C. (eds.), Images of Authority (Cambridge 1989) 41-61.  

Mommsen, T., “Die echte und die falsche Acca Larentia”, Röm. Forsch. 2 (1879) 1-20.

Paladino, I., Fratres Arvales. Storia di un collegio sacerdotale romano (Roma 1988).