46. VOLUMNIA CITÉRIDE

Volumnia Citéride fue una de las actrices de mimo más conocidas de finales de la República. Era liberta de Publio Volumnio Eutraperlo, de quien tomó su nombre, y después de su manumisión se dedicó al mimo con el pseudónimo de Citéride, en clara alusión a Afrodita, consiguiendo gran popularidad.

Además de por su trabajo, Volumnia tuvo una considerable repercusión pública por sus relaciones amorosas con importantes figuras de la época como Bruto, Cornelio Galo o Marco Antonio, siendo las más escandalosas con este último

Roma

Volumnia acompañó a Antonio en sus viajes por la península itálica en el 49 a. C., año en el que era tribuno, y se paseaba con él en una litera abierta escoltada por numerosos servidores como si se tratase de su esposa. Esta actitud incomodó a muchos romanos, especialmente a aquellos pertenecientes a las élites de los diferentes municipios que visitaba con Antonio y que se veían obligados a saludarla como si de una honorable matrona se tratase. No hay que olvidar, que las mimas en Roma tenían muy mala reputación, por lo que ser vistos en público con ellas ya suponía en sí un escándalo, eso sin contar con las connotaciones que se añadían en este caso. Finalmente, en torno al 47 o 46 a. C., Antonio puso fin a su relación con ella. 

Gracias a estos vínculos amorosos, Volumnia tuvo la oportunidad de relacionarse con numerosos personajes prominentes. Además de en estos viajes con Antonio, también alternó con ellos en situaciones más íntimas, como en las cenas que organizaba Volumnio Eutraperlo y en las que participaban nombres como Ático, Verrio o Cicerón. A tenor de las palabras de este último en referencia a una de estas cenas acontecida en el 46 a.C., Volumnia no pasaba desapercibida en ellas, tanto por su sola presencia como por su comportamiento.

Dada su proximidad a hombres poderosos, Volumnia también gozó de cierta influencia en asuntos de índole política o social. En algunas ocasiones, utilizó este ascendente en favor de otras personas como Terencia, esposa de Cicerón, a quien es posible que ayudase en el 47 a. C. con una gestión cuyos detalles desconocemos.

Entre los amantes de Volumnia estuvo también el poeta Cornelio Galo, quien le dedicó cuatro libros de elegías. En la obra de Galo, Volumnia aparece bajo el nombre de Licóride, sumándose así a otras conocidas musas de los poetas de la época como Cintia o Lesbia. Volumnia abandonó a Galo por otro hombre que desconocemos. Seguramente sería un soldado o un oficial a tenor de lo que cuenta Virgilio en su Égloga X. Además de a Galo, Volumnia también dejó Roma, la posición e influencia que había alcanzado, y todas las comodidades de las que gozaba allí, para seguir a su amado a las frías tierras fronterizas del norte, en la región del Rin. Este gesto que se debió producir sobre el 40 a. C., es la última referencia que aparece sobre ella en las fuentes.

Vanessa Puyadas

Universidad de Murcia

Sir Lawrence Alma-Tadema (1866). Una danza romana. Colección privada.

Fuentes principales

Cicerón, Cartas a Ático, 10.10.5; 15.22.; Filípicas, 2.28; 2.31; 2.58; 2.69. 

Ovidio, Amores, 1.15.30; Arte de Amar, 3.537.

Plutarco, Vidas paralelas, Vida de Antonio, 9.

Virgilio, Bucólicas, 10.

Selección bibliográfica

James, S.L., “A Courtesan’s Choreography: Female Liberty and Male Anxiety at the Roman Dinner Party” en Faraone, C.A. (ed.) Prostitutes and Courtesans in the Ancient World (Madison 2006) 224-251.

Keith, A., “Lycoris Galli/ Volumnia Cytheris: A Greek Courtesan in Rome”, EuGeStA 1 (2011)

Myers, N., “Cicero’s (S)Trumpet: Roman Women and the Second Philippic”, Rethoric Review 22, 4 (2003) 337-352.

Perea Yébenes, S., “Extranjeras en Roma y en cualquier lugar: mujeres mimas y pantomimas, el teatro en la calle y la fiesta de Flora”, Gerión 22, extra 8 (2004) 11-43.