34. FULVIA
Fulvia Flaca Bambalia fue una mujer muy influyente de la República tardía. Nació en el siglo I a. C. Fue la única hija de Marco Fulvio Bambalión y Sempronia, hija de Cayo Sempronio Tuditano, lo que la convertía en heredera de dos distinguidas familias. De su infancia y adolescencia nada sabemos. Su notoriedad se debió a sus enlaces matrimoniales con tres políticos populares: Publio Clodio Pulcro, Cayo Escribonio Curión y Marco Antonio.
En el año 52 a. C., tras el asesinato de su primer esposo, Clodio, a manos de su adversario Milón, Fulvia apareció por primera vez en la esfera pública romana. Durante los funerales de su marido, atendiendo a los deberes de la piedad, exhibió en el atrio de su casa el cuerpo sin vida de aquel. Días después asistió al juicio contra Milón, acompañada por su madre.
Roma
Algunos autores afirman que los sollozos de las dos mujeres conmovieron a los presentes favoreciendo la condena del acusado. Tras este dramático suceso, permaneció vinculada al círculo de los populares, casándose con el amigo de su marido, Cayo Escribonio Curión.
Su último matrimonio con el triunviro Marco Antonio catapultó a Fulvia a la primera plana de la política, convirtiéndola en la principal receptora de las diatribas vertidas contra su marido. Las fuentes ofrecen una imagen muy negativa de ella, calificándola de avara, codiciosa, celosa y cruel. Episodios como el de la cabeza cercenada de Cicerón, su asistencia a la ejecución de los soldados en Bríndisi, o la supuesta orden que dio para ajusticiar a un hombre llamado Rufo, han contribuido a la perpetuación de un estereotipo sobre Fulvia como una mujer violenta y sanguinaria.
Más allá de esta cuestionable imagen que nos transmiten los autores clásicos, Fulvia fue capaz de participar en política: un mundo exclusivo de hombres. De sus tres matrimonios tuvo cuatro hijos y una hija: Publio Clodio, Gayo Curión, Marco Antonio Antilo, Julo Antonio y Clodia. Esta última estuvo brevemente casada con Octaviano, quien la repudió, granjeándose la enemistad con Fulvia. Por otra parte, su hijo Julo, terminó integrándose en la familia de Augusto, al casarse con una de sus sobrinas, Marcela la Mayor.
Asimismo, Fulvia pervivió en el imaginario romano debido a su participación en la guerra de Perusa, donde actuó como un verdadero general, reclutando soldados o comandando las tropas junto a su cuñado Lucio Antonio. Tras la derrota, Fulvia murió en Grecia. Su fallecimiento resultó especialmente beneficioso para los dos triunviros, quiénes encontraron en ella a una culpable común que justificase la necesidad de establecer una nueva tregua.
Julia Guantes García
Universidad de Oviedo
Denario de Fulvia. ca. 41-40 a. C. Anverso: Busto de Fulvia. Reverso: Atenea sujetando lanza y escudo. Leyenda: [Φ]ΟΥΛΟVΙΑΝΩ[Ν] / [Z]MEΡTOΡΙΓΟΣ ΦΙΛΩΝΙΔΟΥ]
Fuentes principales
Cicerón, Cartas a Ático, 14.12.1; En defensa de Milón, 10.28; Filípicas, 2.30.31.37.44; 3.2.6; 5.4.11, 8.22; 6.2.4; 12.1.2; 13.8.18.
Dion Casio, Historia romana, 47.8; 48.4-15; 28.
Plutarco, Vidas paralelas, Antonio, 10.20.28.30.
Selección bibliográfica
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