Las energías renovables son necesarias debido al alto coste medioambiental que resulta del uso de combustibles fósiles. España y Portugal vienen implementando políticas de investigación e innovación, impulsadas por la Unión Europea ante el denominado Reto Energético, para lograr la transición energética hacia un modelo bajo en carbono. No obstante, es necesario tener en cuenta la disponibilidad de recursos energéticos renovables y la posibilidad de producir energías limpias, los beneficios sociales y liderazgo de las plantas de energía renovables, aportar pautas sobre buenas prácticas y especialmente fomentar el desarrollo de investigaciones conjuntas entre ambos países.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha se aplican, en su mayoría, al desarrollo tecnológico y en menor medida a las Ciencias Sociales. Sin embargo, disciplinas como la Geografía Física y Humana, Sociología, Estadística o Ciencias Ambientales juegan un papel relevante por su capacidad de analizar el comportamiento de la población ante la energía, la ordenación del territorio y su implicación en el nuevo modelo, por citar algunos ejemplos. De este modo contribuyen a consolidar el cambio de modelo energético mediante una adecuada gestión del paisaje, así como con detallados estudios sobre procesos físico-ambientales y la funcionalidad de las plantas de energía renovables.