JORNADA DE TRABAJO REPROGRAMA, 21 mayo 2015
mayo 2015 - jornadas, psicología ambiental, sociologíaMaría Amérigo Cuervo-Arango / M. Carmen Hidalgo Villodres
Durante la pasada semana el equipo de RePrograma ha mantenido unas jornadas de trabajo, iniciadas el día 20 de mayo bajo la perspectiva de la viabilidad económica de las intervenciones de rehabilitación, y continuando el día 21 con el punto de vista de la Psiciología Ambiental.
Esta segunda jornada contó con la presencia de las doctoras en psicología, María Amérigo Cuervo-Arango, profesora titular en la Universidad de Castilla La Mancha, y María del Carmen Hidalgo Villodres, profesora titular de la Universidad de Málaga, con las ponencias tituladas “Satisfacción Residencial en vivienda pública” y “Espacios urbanos y calidad de vida” respectivamente.
El objetivo de la jornada ha sido incorporar a los procesos de rehabilitación en barrios, la perspectiva de la psicología social, enriqueciendo los aspectos meramente técnicos y económicos de las opciones de rehabilitación en barrios.
Con los resultados obtenidos por el equipo de investigación RePrograma, se ha detectado la necesidad de que el éxito de los procesos de rehabilitación en barrios no sólo es considerando aspectos técnicos o arquitectónicos, sino sociales, en los que la satisfacción del usuario final es el único objetivo; ello obliga a la colaboración y transversalidad, como ya se apuntó en la jornada anterior bajo la figura de ETR (Equipo Técnico de Rehabilitación).
María Amérigo Cuervo-Arango expuso como el índice más adecuado para valorar la satisfacción del ciudadano es la Satisfacción Residencial (SR), como criterio de la calidad de vida y que predice el comportamiento futuro de los habitantes del barrio. Algunos de los ejemplos como el poblado de Orcasitas en Madrid o el realojo de familias en el “proyecto Pruitt-Igoe” (St. Louis, Missouri) demuestran la máxima “la familiaridad del individuo con el entorno genera afecto y empatía”, independientemente de los valores objetivos de calidad de la edificación. Existe una percepción diferencial del ambiente residencial entre arquitectos y usuarios que obliga a la incorporación del rol de un Mediador Psicólogo Ambiental.
Por otra parte, M. Carmen Hidalgo Villodres expuso la idea de apego al lugar, como mecanismo de supervivencia, donde se cubren las necesidades básicas y de control sobre el entorno, el lugar donde nos sentimos seguros.
Este apego al lugar genera que la apreciación del lugar donde se vive pueda tener índices muy altos en barrios de infravivienda, no por las condiciones de habitabilidad, sino por las fuertes relaciones con los vecinos y por pertenecer a un lugar en el mundo.
Los baremos de apreciación del barrio difieren entre legos y expertos, siendo el objetivo “aprender a identificar por parte de los expertos las propiedades estéticas presentes en el ojo de las personas legas”. Pero si parece haber un punto en común, y es que la satisfacción residencial se incrementa con la presencia de ambientes naturales, mejorando incluso la recuperación de pacientes en zonas hospitalarias como así lo demuestran investigadores como Rachel Kaplan o Roger S. Ulrich.
Estas observaciones desde el punto de vista de la Psicología ambiental han corroborado algunas de las propuestas, aportado y enriqueciendo con nuevas conclusiones al proceso de investigación de RePrograma.