Los primeros Modelos de Localización estuvieron
orientados al sector privado, en donde primaba la eficiencia espacial, por
ello se utilizó el criterio mediana. Posteriormente, los problemas
surgidos del sector público requirieron incorporar aspectos de equidad
ubicativa, por ello se aplicó el criterio
centro, orientado a optimizar la situación relativa del usuario más
desfavorecido. Otros criterios, como el de cobertura completa, en el
que todos los usuarios quedan dentro de un radio de acción aceptable, o las
formulaciones multicriterio, que incorporan varios objetivos en un
mismo modelo, abordaron desde distintos enfoques la cuestión de la igualdad
en la accesibilidad al (a los) servicio(s). De hecho, el progresivo
incremento del sector público en los últimos años ha generado un amplio
debate sobre la equidad en Localización, tanto desde el punto de
vista conceptual y estratégico (¿qué propiedades la caracterizan?, ¿qué
criterio es el más adecuado?), como aplicado (en diseño de modelos emanados
de situaciones reales) y, por supuesto, a nivel algorítmico y
computacional.
Por otra parte, ninguno de los modelos antes citados
captura la dispersión espacial de los usuarios con respecto al servicio,
cuestión relevante para analizar qué ubicación es la que la proporciona un
acceso más equitativo entre los receptores del mismo. Por ello, la
incorporación de la equidad en localización se ha basado en el diseño de un
conjunto de criterios (o medidas) específicos orientados a evaluar la
dispersión de la distribución de distancias. Son los llamados Criterios
de Equidad, o más formalmente, de igualdad, en el sentido de que
asimilan el concepto de “equidad” al de “igualdad” de la ubicación
relativa de los usuarios frente al (a los) servicio(s), y que se formulan
mediante funciones objetivo que cuantifican la variabilidad de dicha
distribución al objeto de minimizarla. Se puede decir también que fue en el
trabajo Equity measurement in facility location analysis: a review
and framework. (European Journal of Operational Research 74,
1994) donde Marsh y Schilling recopilaron tales criterios (provenientes de
variadas disciplinas científicas), dotándoles de elementos estructurales y
formales comunes para situarlos en el marco de Teoría de Localización. En
dicha colección destacamos, como los más utilizados en las aplicaciones y
sobre los que ha trabajado LOGRO, los criterios Varianza, Desviación
Absoluta Media, Máxima Desviación Absoluta, Suma de los pares de Diferencias
Absolutas, Coeficiente de Variación, Rango, y de Lorenz (éste último
ciertamente diferenciado de los demás). En efecto, si bien los anteriores
son una medida de dispersión, y los problemas de optimización a que
dan lugar son de minimización, el criterio de Lorenz (basado en la
curva del mismo nombre, también llamada de concentración), da lugar a un
problema de maximización. En la gráfica adjunta se muestra sobre el
cuadrado unidad un ejemplo de curva de Lorenz, situada siempre bajo la
diagonal, y el correspondiente criterio
se formula
cuantificando el área delimitada por dicha curva y el eje de abscisas,
resultando por ello un modelo de maximización, al objeto de alcanzar la
máxima proximidad con la Equidistribución.
Dentro de
la línea de investigación sobre equidad en Localización, el grupo LOGRO ha
incorporado los anteriores criterios en distintos modelos, cada uno de ellos
diseñado según las características de los elementos del mismo, incidiendo
especialmente en aquellos que se formulan sobre un espacio ambiente tipo
grafo, adecuado para modelizar problemas cuyo contexto espacial es una red
de transporte. Los trabajos desarrollados por el grupo abordan, desde la
óptica de la equidad, problemas de localización simple (un único
servicio) y múltiple, de localización de servicios puntuales (asimilables a
puntos) y dimensionales (estructuras), con demanda conocida
(determinista) y con hipótesis de demanda bajo incertidumbre.
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