ISLA CRISTINA

OTROS HITOS VINCULADOS A LA PESCA

Son muy numerosos los elementos urbanísticos, inmuebles y espaciales del entorno urbano vinculados a la pesca y a la industria de salazones y conservas en Isla Cristina, por el caracter histórico de estas actividades, y como queda atestiguado por la configuración urbana, cuyo entramado viario desemboca en un frente de la ría donde se alinearon las antiguas fábricas. Quedan pocas de aquellas fábricas, y algunas de las más emblemáticas –como la Fábrica Ribera- han sido demolidas. Otras persisten pese a estar abandonadas, como testimonio de una atractiva arquitectura industrial, como la Fábrica de Usisa, frente al muelle de Marina, o como el almacén de Materiales Nieto, que ya cambió su uso.

Antigua nave de almadraba.

Antigua fábrica en el muelle Marina.

Banco con azulejo relativo a la almadraba.

Fábrica de hielo.

Alrededor del puerto, quedan algunas casas de la burguesía conservera que mantienen la arquitectura de principios del siglo XX como la Casa de don Justo.

Azulejo en la plaza de la Almadraba indicativo del emplazamiento del antiguo Real de Almadraba Las Cabezas.

Plaza de la Almadraba.

Reloj de Sol en Punta del Caimán.

Barriada Punta del Caimán.

Casas de pescadores en la barriada Punta del Caimán.

Salinas.

Flamencos en el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina.

Paraje Natural Marismas de Isla Cristina.

Vista de la zona portuaria desde el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina.

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En el frente portuario descuella el edificio de la Fábrica Mirabent, restaurado para albergar el Centro de Innovación y Tecnología de la Pesca y Transformación de Productos Pesqueros GARUM. Aledaña a éste se encuentra el actual edificio de la fábrica de hielo, que aprovecha la histórica fábrica salazonera de San Antonio. Tanto en estas fábricas como en las casas de los armadores más poderosos se elevaban torres mirador desde las que se establecía comunicación mediante banderas con los galeones y la almadraba para calcular la cantidad de pesca que habría de ser transformada y comercializada. Situadas alrededor del puerto, estas mansiones de la burguesía conservera mantienen la arquitectura de principios del siglo XX en algunas de las que quedan en pie: la Casa de Gildita (Paseo de las Flores, reconstruida), la Casa de Diego Pérez Pascual (C/ Diego Pérez Pascual), la de Román Pérez Romeu (C/ Diego Pérez Pascual), o la de Don Justo (Paseo de las Flores).

En el recuerdo de algunos de los pescadores está la explanada donde se depositaban las anclas de la almadraba, en el Muelle Martínez Catena, contigua al puerto deportivo. Este conserva una de las naves del antiguo real de almadraba, destinada hoy a otros usos.

El barrio punta del Caimán, donde se asentaron tanto pobladores levantinos como portugueses en relación con las almadrabas, concentra muchas familias marineras. Su arquitectura destaca por un caserío de viviendas de una planta, encaladas, organizadas en torno a calles largas y perpendiculares entre sí. El barrio se extiende hasta el espigón, donde se encuentra el emblemático edificio del Faro. Al otro lado de la ría se divisa Punta del Moral, que pertenece administrativamente a Ayamonte aunque mantiene seculares lazos sociales y culturales con la Punta del Caimán por responder al mismo proceso demográfico.

El origen catalán del primer poblamiento se refleja en la rotulación de muchas calles y zonas urbanas de Isla Cristina. La historia de la iglesia de Jesús del Gran Poder está estrechamente vinculada al mundo marinero. Después de un mortal naufragio en la entrada de la barra en 1930, una donación para las viudas sirvió para que éstas adquirieran una nueva imagen de esta advocación.

Más recientemente se han erigido distintos monumentos dedicados a la gente del mar, entre los que destacamos el levantado en homenaje a los 26 marineros desaparecidos en el naufragio del Islamar, en los años 70, frente al Instituto Social de la Marina; o la escultura de homenaje al pescador y la estibadora, en la plaza Fundación.

El entorno marismeño de la Higuerita acogió actividades de pesca en sus caños, y permitió el desarrollo de la actividad salinera, estratégica para la salazón. Todavía permanece una salina activa, con procedimientos artesanales y orientada al mercado gourmet, y quedan restos de los molinos mareales –como el del Pozo del Camino- que aprovechaban la energía producida por el flujo y reflujo de las mareas para la molienda.

El Paraje Natural Marismas de Isla Cristina fue declarado espacio natural protegido en 1989 y ocupa 2.145 hectáreas entre los municipios de Ayamonte e Isla Cristina. Además forma parte de la lista europea Red Natura 2000, siendo Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por la importancia de su avifauna y Lugar de Interés Comunitario (LIC) al albergar hábitats de relevancia a nivel europeo.

En la zona portuaria, este paraje constituye un singular paisaje de embarcaciones fondeadas, rodeadas por un complejo de marismas mareales que incluye caños, brazos, esteros, canales y llanuras fangosas que esconden una riqueza incalculable en biodiversidad animal y vegetal, y donde históricamente también se realizaron actividades de pesca en los caños. Entre el estero del Tamujar Chico, el del Garabato y el Caño de la Cruz, el de Franco y el del Moral crecen almajos, espartinas, eneas, carrizos y juncos, pinos piñoneros y pinos carrasco, sabinas y retamas, cardos marítimos y alhelíes de mar que conviven con moluscos como los longuerones, crustáceos, peces como la lubina, la anguila o lenguados y aves como garcetas, cigüeñas blancas, cigüeñuelas, charranes, correlimos, flamencos, chorlitejos patinegros, avocetas, espátulas, calamones, patos cuchara, cormoranes o gaviotas sombrías y patiamarillas, y rapaces como las águilas pescadoras.

El Ecomuseo Molino El Pintado, situado en Ayamonte, es un instrumento fundamental para la comprensión, valoración y viviencia del Paraje Natural; así como herramienta para la puesta en valor del patrimonio cultural ligado a este medio de vida.