DONES DE FROEBEL

EL LEGADO TRANSFORMADOR DE FRIEDERICH FROEBEL

Mª José Martínez Ruiz-Funes

Universidad de Murcia

mjosemrf@um.es

Imagen: Dones de Froebel 2 y 3.

Centro de Estudios sobre la Memoria Educativa (CEME). Universidad de Murcia.

La evolución de la educación infantil a lo largo de la historia ha sido moldeada por diversas figuras clave, entre las cuales destaca Friederich Froebel. Sus enseñanzas y métodos han sido fundamentales en la configuración del sistema educativo actual, especialmente en lo que respecta a la educación de las mujeres y su papel crucial como educadoras en la sociedad. La pieza que presentamos forma parte de su legado y muestra cómo su visión ha influido en la educación y empoderamiento de las mujeres.

Froebel es conocido por haber desarrollado una serie de materiales educativos llamados «dones» o «regalos». Estos materiales fueron diseñados para introducir a los niños en conceptos básicos de matemáticas, geometría y moralidad de forma lúdica. Los primeros dones, destinados a niños desde los cuatro años, incluían objetos simples como esferas, cilindros y cubos de madera que permitían a los niños explorar las propiedades de los cuerpos sólidos, como la forma, el tamaño y el peso.

Por ejemplo, el primer don consistía en una bola que, junto con canciones y juegos, ayudaba a los niños a comprender conceptos básicos de número y operaciones matemáticas. Este enfoque práctico y visual facilitaba el aprendizaje y hacía que los niños se interesaran por el mundo que los rodeaba de manera natural y divertida.

 

Los dones evolucionaron y se diversificaron, incluyendo elementos más complejos y estructurados. El segundo don, que podemos ver en la fotografía, presentaba una esfera, un cilindro y un cubo de madera, permitiendo a los niños comparar y contrastar formas y materiales. La introducción de taladros y varitas en estos objetos no solo ayudaba en la comprensión de las formas geométricas, sino que también fomentaba la destreza manual y la creatividad.

A medida que los niños crecían, los dones se volvían más complejos. El tercer don, también en la imagen, era un cubo dividido en ocho cubos más pequeños, lo que permitía a los niños descomponer y reconstruir estructuras, estimulando su imaginación y capacidad de resolución de problemas. Estos dones no solo desarrollaban habilidades cognitivas, sino que también promovían valores morales al enseñar a los niños la importancia de la creación y el cuidado en lugar de la destrucción.

Froebel no solo se preocupó por la educación de los niños, sino también por la formación de las mujeres como educadoras. En su obra «Mutter und Koselieder» (Canciones infantiles para las madres), Froebel subrayaba la importancia de educar a las madres para que pudieran guiar el desarrollo de sus hijos de manera efectiva. Para él, el instinto natural de una madre era imprescindible, pero necesitaba ser complementado con una formación científica adecuada de cara a la educación de los más pequeños.

La fundación del Kindergarten en Alemania fue un hito en la educación femenina. Las mujeres comenzaron a ver su papel de madres y educadoras como una vocación que requería preparación y conocimiento científico, similar a las profesiones dominadas por hombres. Esta visión no solo elevaba el estatus de las mujeres dentro del hogar, sino que también les otorgaba un papel central en la educación y el progreso social.

La doctrina de la maternidad espiritual promovida por Froebel y sus seguidores proponía un rol complementario pero igualitario para las mujeres en la sociedad. Este concepto sugería que el progreso social y la libertad dependían en gran medida de la educación impartida por las mujeres en sus hogares. Esta idea fue bien recibida por las mujeres de clase media, quienes encontraron en ella una manera de contribuir al progreso social y político sin tener que abandonar sus roles tradicionales.

El movimiento de los jardines de infancia, liderado por figuras como la baronesa Marenholtz y Henriette Schrader, canalizó las energías de las mujeres hacia la educación infantil y la reforma social. Estas mujeres veían en la educación una herramienta para resolver los conflictos de clase y promover una sociedad más justa y equitativa.

El impacto de las enseñanzas de Froebel sigue siendo evidente hoy en día. Su enfoque en la educación temprana y el papel crucial de las mujeres como educadoras ha dejado una huella indeleble en el sistema educativo moderno. Las maestras de educación infantil, formadas en pedagogía y habilidades prácticas, continúan desempeñando un importante papel no solo en la educación de los niños, sino también en el apoyo y guía a las familias.

El legado de Friederich Froebel nos recuerda la importancia de una educación integral que involucre a las madres y a las mujeres como pilares fundamentales en la formación de las futuras generaciones. La educación, vista a través de los ojos de Froebel, es una fuerza poderosa para el cambio social y el progreso, una misión que sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en su tiempo.

Referencias bibliográficas

Taylor Allen, Anne (1982): Spiritual motherhood: German feminists and the kindergarten movement, 1848–1911. History of Education Quarterly22(3), 319-339.

Ailwood, Jo (2007): Mothers, teachers, maternalism and early childhood education and care: Some historical connections. Contemporary Issues in Early Childhood8(2), 157-165.

Fröbel, Friederich Wilhem August (1883): Friedrich Fröbel’s pädagogische Schriften: Mutter-und Kose-Lieder: Dichtung und Bilder zur edlen Pflege des Kindheitlebens; ein Familienbuch (Vol. 3). Pichler.