TIRACHINAS
TIRACHINAS. SINÓNIMOS LANZADOS DESDE EL PASADO
Imagen: Tirachinas.
Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla.
El tirachinas es definido como la ‘horquilla con mango a cuyos extremos se unen los de una goma para estirarla y disparar así piedrecillas, perdigones, etc.’ (rae-asale 23.ª edición, versión 23.7 en línea, s.v. tirachinas). El Diccionario de la lengua española consigna algunos de los numerosísimos sinónimos que la voz en cuestión registra, por nombrar solo unos pocos, tirador, tiragomas, tirabeque, honda, flecha, hulera, resortera, palca, fonda, china, cata, gomero, tirapiedras, tiraflechas, tirachinos. La gran productividad léxica sugiere que, como instrumento, posee una gran profundidad histórica y que forma parte de la cotidianidad más íntima de numerosos pueblos, como prueba el contacto entre el español y otras lenguas. Tirabeque lo hace respecto del catalán tirabec, hulera hace lo propio en relación con el náhuatl ulli y palca con el quechua pal(l)qa.
El Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española no lo registra hasta 1970, con marca diatópica de Sevilla y con remisión a tirachinos —consignado por primera vez en 1925—. Este último a su vez nos remite a tirador (9.ª acepción). Siguiendo el rastro de tirador junto con el de honda y el de flecha podemos hacernos una idea de la longeva historia de este instrumento, adaptado a las distintas misiones que sus usuarios le han encomendado en cada época.
María Trujillo, vecina nonagenaria de La Montiela, nos cuenta cómo fabricaba tirachinas para sus hijos. Seleccionaba con la navaja una rama de olivo con forma de uve, un leño que se bifurcara en los dos caminos heracleos, cortaba la cámara de las ruedas desgastadas y la suela de goma de unos zapatos inservibles para conseguir la honda en que se deposita el proyectil y de donde se ase y estira con los dedos pulgar e índice.
La literatura suele presentar estos instrumentos de forma estereotipada, esto es, un niño o un grupo de ellos emplean el tirachinas para hacer alguna gamberrada, como muestra (1a).
- a. a instancias de Eduardo adquirieron unos tirachinas (…) en apenas tres incursiones no quedó cristal sano en los balcones de doña Jovita [Madera de héroe, 1987, crea]
No obstante, encontramos excepciones respecto de voces sinónimas de tirachinas, como en resortera en el ejemplo de (2a).
- a. Luzbel está educado a la “antigüita”, es decir: las tiradoras no son para las mujeres. Así que tuvo una, digamos, “crisis de conciencia machista” que llegó a reventar cuando la Mariya lo derrotó en el rudo y (ex) varonil deporte de tirarle a las latas con la resortera [Los del color de la tierra. Textos insurgentes desde Chiapas, 2001, crea]
En 2020, vio la luz Female hunters of the early Americas en Science Advances, que revelaba el hallazgo de una tumba de 9000 años de antigüedad en los Andes y que daba cuenta de la existencia de mujeres cazadoras, lo que contesta la hipótesis tradicional de la Etnografía sobre la división sexual del trabajo en las sociedades de cazadores y recolectores.
Aunque los ejemplos supra parecen vincular el tirachinas a un juego meramente de varones, fue María la encargada de materializar en las manos de sus hijos la idea de este instrumento. Ella es quien transmitió el conocimiento sobre las partes de este, su fabricación y el fin al que se dirige lo que hoy es un mero juego, pero que sin duda hunde sus raíces en un pasado cazador en que la mujer fue agente, como si hubiera un hilo invisible entre aquella mujer andina fallecida hace varios milenios y María Trujillo.
Referencias bibliográficas
Randall Haas et al. (2020): Female hunters of the early Americas, Science Advances, vol. 6, n. 45. En línea: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abd0310
Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. En línea: https://dle.rae.es
Real Academia Española: Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española. En línea: https://apps.rae.es/ntlle/