JUEGOS DE PACIENCIA 1
COMO UNA SEÑORITA
Imagen: Juegos de paciencia 1.
Museo Pedagógico de Castellón. Universidad Jaume I.
Delicadeza, dulzura, fragilidad. Conceptos tradicionalmente atribuidos a las mujeres por parte de la sociedad y que se repiten constantemente en situaciones de la vida diaria generación tras generación. Todas recordamos un momento en nuestra vida en la que se nos dice “siéntate como una señorita” o “comportate como una señorita”. En ese momento callamos, obedecemos y observamos como nadie contradice esa orden, ni siquiera tu madre, la que probablemente con mayor frecuencia ha escuchado esa afirmación.
“Siéntate como una señorita” y ¿cómo se sienta una señorita? Piernas juntas y ocupando poco espacio, haciéndose pequeña, minimizándose. Con la espalda recta y hombros apretados. En un segundo plano, observando la vida como un personaje secundario. Parece que la vida es un constante juego de paciencia en el que se ha de controlar las ganas de explotar, de gritar, de abrir las piernas, de romper el vestido y las sandalias.
“Siéntate como una señorita”. Sutil, inocente, un consejo amable, un comentario sin más, pero un recuerdo para toda la vida, una huella en el subconsciente. Cerrar las piernas, una norma impuesta, una acción casi inconsciente que hacemos todas las mujeres en cualquier situación. Un molde estrecho en el que se nos ha hecho entrar mediante el bombardeo de imágenes y comentarios sobre “cómo debe ser una buena señorita”.
Las “señoritas” actuales no callamos, no nos invisibilizamos. Las “señoritas” del siglo XXI elegimos cómo nos sentamos, rompemos el molde en el que se nos ha metido durante siglos. Ahora, las “señoritas” somos las protagonistas de nuestra propia vida.