CANCIONES INFANTILES
LA MELODÍA DE LA INFANCIA
Imagen: Disco Vinilo HSR. Canciones infantiles.
Museo de la Educación “Antonio Molero”. Universidad de Alcalá.
Recuerdo a mi padre cuando yo aún era una niña preparando el rato de música. Siempre era en días de fin de semana, por lo festivo que suponía el acto. La imagen es la del tocadiscos, que evidentemente estaba en el despacho de papá, un sitio prácticamente prohibido, para los pequeños, sin autorización paterna. Las tres (somos tres hermanas, y entre la mayor y yo la pequeña, solo nos llevamos cinco años, que en esas edades parecía una vida) contemplábamos expectantes el ritual de los preparativos. Es cierto, que en el tocadiscos de papá siempre sonaban canciones escogidas por él: The Beatles, el Dúo Dinámico… Pero ese día, las niñas podíamos escoger, y entonces sonaba Enrique y Ana, Parchís, Teresa Rabal… y la casa se transformaba. Podíamos soñar con que protagonizábamos cada una de las historias que narraban esas canciones y nuestros cuerpos se movían, sin saber el motivo, acompañando cada melodía. Y es que la música es imprescindible para la formación en edades tempranas (Benítez, 2017) para el desarrollo de la memoria, de la creatividad, de psicomotricidad (Agudo, 2016), etc. Y se puede dar un paso más, en lo imprescindible que puede ser un radiocasete (sí, en esa época era lo más avanzado, no había Potify, ni similares) porque recuerdo como la banda sonora de mi infancia está compuesta con las músicas que nos acompañaban en cada viaje, canciones que cantábamos en familia, con palabras nuevas, que a veces no sabíamos qué significaban o incluso pronunciábamos mal, con turno para escoger cada uno cuál quería que se pusiera, si teníamos la suerte de haber comprado la cinta o que papá, que era el que evidentemente tenía despacho y tiempo para hacerlo, había grabado de la radio las que nos gustaban…
También había momentos en los que la emisora se iba y entonces cantábamos nosotros a capela, entre montañas, es la estampa más parecida a ser feliz que tengo, esos trayectos en coche los cinco cantando camino a El Bosque, un pueblecito de la Sierra de Cádiz, donde pasábamos los veranos de nuestra infancia. Un ejemplo de la importancia que la música tiene para la infancia, en lo pedagógico y en lo personal (Casas, 2001). Allí crecimos y ya las canciones dejaron de ser escogidas por nuestros padres, empezábamos a hablarles de grupos de cantantes que ellos no conocían, por ejemplo, Hombres G. “Papá, ¿qué es mamón?” a más de un padre la música lo ha puesto en un apuro. “Una persona que mama mucho, Nuria” y el silencio. Es una muestra de cómo la música también es muy importante en el desarrollo del vocabulario en la infancia (Bernal, 2016). Recuerdo un voluntariado social internacional en el que participé en verano, que consistía en apoyar en una granja para desintoxicación de adicciones. Una de las normas tajantes que nos dijeron nada más llegar: “Está prohibida la música, siempre que no sea con control del terapeuta”. Me sorprendió, si la música tiene muchos valores, si “la música amansa a las fieras”. Más tarde lo entendí, la música nos hace rememorar momentos, personas, situaciones… los viajes, es fácil tener una música para cada persona, para cada lugar…
Todo esto es lo que, en positivo, se quiere provocar cuando se acerca a un niño a la música, aunque no sea adecuado para personas que quieren romper con lo anterior. Es asombroso cómo cuando mi hija viene cantando una canción del colegio, son prácticamente las mismas que cantaba con mi madre yo, es sorprendente que sienta que he retrocedido en el tiempo, y que soy yo la niña con dos trenzas. Hay melodías que nos acompañarán toda la vida, este año se han cumplido los 25 años de la salida de mi colegio y en el encuentro todas (éramos todas chicas) hemos podido cantar el himno sin que os faltara una letra, un cuarto siglo después, y con él poder retroceder a los tres años cuando por primera vez nos los enseñaron. Ahora solo queda transmitir esas vivencias y todo lo que aprendí con la música a mi hija. Entre las fórmulas, acunarla desde que nación cantándole un pasodoble de la chirigota de Manolito Santander que ahora se ha convertido en el himno oficios del Cádiz CF, que le transmite mi pasión por el Carnaval, por el equipo de mi ciudad y, en general, sus raíces, a través de la música. Es llamativo que la primera vez que mi hija leyó un libros fue cantando, nunca olvidaré cómo entonaba: “Luna, luna, luna, luna, luna, sol, luna, luna, luna, luna, caracol” (Rubio y Villán, 2020), porque al final el paso entre la música y la lectura es muy pequeño, a mí me ponían cuentos en radiocasete, que yo después reproducía cambiando los personajes, y ahora muchas veces la rapidez del tiempo nos hace que el lugar de leer a nuestros pequeños le pongamos audiolibros, qué pena cuando las cifras dicen que “los niños que leen en casa con sus padres llevan medio curso de adelanto” (Zafra, 2022). Ojalá tengamos tiempo para lo importante.
Referencias bibliográficas
Agudo Cadarso, Isabel (2016): La Musicoterapia, una vía de expresión global. Arteterapia. Papeles de Arteterapia y Educación Artística para la inclusión social, (10), 175-181.
Benítez, María Angélica et al. (2017): Beneficios del entrenamiento musical en el desarrollo infantil. Revisión sistemática. Revista Internacional de educación musical, (5), 61-69.
Bernal, Julia. et al (2016): La educación musical del niño con necesidades especiales. II Congreso internacional de didactiques. (346), 1-4.
Casas, María Victoria (2001): ¿Por qué los niños deben aprender música? Colombia Médica, 32(4), 197-204. En línea: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=283/28332408.
Rubio, Antonio, y Villán, Óscar (2020): Luna (De la cuna a la luna). Pontevedra: Ed. Kalandraka.
Zafra, Ignaciofxcc (2022): Los niños que leen en casa con sus padres llevan medio curso de ventaja respecto a los que no lo hacen”. El País, 28 de octubre. En línea: https://elpais.com/educacion/2022-10-28/los-ninos-que-leen-en-casa-con-sus-padres-llevan-medio-curso-de-ventaja-respecto-a-los-que-no-lo-hacen.html#