HUCHAS DE AYUDAS A LAS
MISIONES
LAS HUCHAS DEL DOMUND: UN COMPROMISO SOCIAL
Imagen: Huchas de Ayudas a las Misiones.
Museo Complutense de Educación. Universidad Complutense de Madrid.
Las huchas, como bien sabemos, son objetos que sirven para guardar dinero, pero si les añadimos una especifidad Domund, tenemos que preguntarnos ¿Qué es el Domund? El Domund es el domingo mundial de las misiones que se celebra el penúltimo domingo del mes de octubre. Hemos de contemplar la funcionalidad de estas huchas con lo que supone la misión evangelizadora de la Iglesia Católica y su cita anual com el fin de expandir el evangelio por todo el mundo y apoyar a los misioneros y misioneras que tratan de llevar el evangelio y mejorar las condiciones de vida a los más desfavorecidos en distintos lugares de la tierra.
Las Huchas del Domund, esas figuritas de cerámica colorista que representan a las razas de los distintos continentes, de las cuales tenemos estas tres aqui: un índio, un negro y un oriental y que se hallan expuestas en nuestro museo de Educación de la UCM. Estas huchas que tienen uma apariencia bonita nos permiten contemplar la finalidad para la que han sido hechas y el carácter de universalidad de las mismas. Pero, rápidamente detectamos uma gran ausencia ¿Acaso en estas sociedades que representan las huchas no existen las mujeres? Quizás la que posee rasgos orientales es una mujer porque además está adornada com flores, pero esos atributos en estas sociedades orientales no son necesariamente exclusivos de las mujeres. La invisibilidad de las mujeres o la pequeña representación de las mismas nos tiene que llevar a una gran reflexión: ¿se puede ignorar a la mitad de la sociedad?
Estas huchas me evocan mis años de colegio en la década de los sesenta del siglo pasado. El día del Domund era una fiesta y todo lo que conllevaba la semana anterior hasta llegar a ese día porque permitían al alumnado salir a postular por las calles de la ciudad en mi caso Barcelona. Ya me sentía mayor podía recorrer sola la ciudad.. La postulación del Domund gozaba de gran popularidad y se implicaban en ella tanto los colegios públicos como los privados, estos últimos en su gran mayoría de titularidad religiosa. La implicación de todo el sistema educativo se explica por la fuerza que tuvo el nacionalcatolicismo en todo el país.
Durante mi adolescência año tras año fui a postular para el Domund. Recorría las calles con una de estas huchas y recababa la ayuda económica de l@s viandantes. Siempre escogía la hucha que representaba a la raza negra, quizás porque me parecia distinta y la más exótica. Para mí era la preferida. Además, mi compromiso con la ayuda a las missiones se extendía a todo el curso porque pertenecía, e incluso fui presidenta, de una asociación colegial denominada Juventud Misionera. Todo ello implicaba una mayor sensibilización hacia las misiones, estos lugares repartidos por todo el mundo donde hombres y mujeres ejercen uma tarea de difusión del Evangelio, pero, sobre todo, realizan tareas sociales para mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos.
Participar en la colecta del Domund significaba para el alumnado un mayor conocimiento y sensiblización hacia esta realidad social.
Las huchas del Domund representaban las distintas razas y aludían a necessidades globales, pero con la perspectiva de mi trayectoria vivida tengo que decir que, el continente africano era el más afectado por estas necesidades. Quizás ello me llevó siempre a escoger, como he dicho, la hucha que representaba a la raza negra. Desde la perspectiva actual sigo pensando que el continente africano apenas cuenta en el concierto internacional, excepto para esquilmar sus matérias primas a cambio de una mínima parte de lo que suponen para el desarrollo global. La gran mayoría de sus mujeres están sometidas a un duro sistema patriarcal que no les permite desarrollarse como personas. Por todo ello, creo que todavía hoy las huchas del Domund pueden tener sentido: suponen un compromiso social.