TABLA PERIÓDICA

                  EL GÉNERO DEL SISTEMA PERIÓDICO

Luisa López-Banet

Centro de Estudios sobre la Memoria Educativa. Universidad de Murcia

llopezbanet@um.es

Imagen: Sistema Periódico de los Elementos.

Centro de Estudios sobre la Memoria Educativa. Universidad de Murcia.

La ciencia nos permite conocer de qué están hechas todas las cosas, la materia constituyente de absolutamente todo cuanto nos rodea y los átomos que forman los elementos químicos, que actúan como unidades básicas de todo lo que nos circunda y de nuestro propio cuerpo. La tabla periódica de los elementos químicos está compuesta actualmente por 118 elementos (94 de ellos se dan de manera natural en la Tierra). Es, como dice Teodore Gray, el catálogo universal de todo lo que podemos encontrar a nuestro alrededor (Gray, 2011).

La tabla periódica es fruto del trabajo de muchas personas durante siglos, detrás de cada elemento hay un trabajo formidable. En este sentido resulta interesante indagar sobre las preguntas ¿han participado mujeres en su descubrimiento? y ¿cuántos elementos llevan el nombre de una mujer? Respecto a la primera cuestión, es evidente que la construcción de la tabla periódica es una obra colectiva a la que han contribuido un gran número de equipos de investigación, de científicos y, también, de científicas. A partir de finales del siglo XIX algunas mujeres comenzaron a ser visibles en universidades y centros de investigación, aunque estuvieran trabajando bajo la supervisión masculina. Las mujeres también fueron partícipes de algunos descubrimientos claves en la evolución y en el desarrollo de la tabla periódica, alcanzando un merecido reconocimiento por sus valiosas aportaciones en este campo. No obstante, tuvieron que sortear numerosas barreras y obstáculos, así como superar la invisibilidad impuesta por unas reglas elaboradas por varones que posibilitaba minusvalorar el trabajo realizado por ellas en la investigación científica y adjudicar los logros de sus trabajos a sus colegas masculinos. Como manifiesta Ana Isabel Morales (2019), premiada por una investigación sobre la aportación de las mujeres al sistema periódico, solamente unos cuantos elementos químicos se suelen atribuir a la labor desarrollada por mujeres o por los equipos de investigación en los que participaban mujeres debido a las barreras legales, culturales y sociales con las que se han encontrado históricamente y a la invisibilidad sistemática de la contribución femenina al desarrollo de la tabla periódica. 

Una excepción puede ser el caso de Marie Skłodowska Curie (1867-1934), quien recibió el Nobel de Física (1903) y de Química (1911), codescubridora de los elementos polonio y radio junto a su marido Pierre Curie (1859-1906). Pero hay más científicas que contribuyeron al descubrimiento de elementos químicos: Lise Meitner (1878-1968) fue codescubridora del protactinio junto a Otto Hahn y formó parte del equipo que descubrió la fisión nuclear, hecho por el que, a Hahn, y no a ella, se le otorgó el Premio Nobel. Meitner fue nominada en numerosas ocasiones para el Nobel pero no lo consiguió. Ida Noddack (1896-1978) fue codescubridora del renio junto a su marido Walter Noddack y a Otto Berg. Aunque Ida fue nominada varias veces para el Premio Nobel de Química, al igual que Meitner, nunca se le otorgó. Marguerite Perey (1909-1975) también fue descubridora en 1939 de otro elemento, en este caso se trataba del francio.

En cuanto a la segunda cuestión, ¿cuántos llevan el nombre de mujeres científicas?, en primer lugar, es preciso mencionar que un grupo de elementos químicos debe su nombre a reputados científicos varones: Einstenio en honor de Albert Einstein; Fermio recibe su nombre de Enrico Fermi; Mendelevio en honor al químico Mendeléiev, precursor de la actual tabla periódica; Nobelio en honor a Alfred Nobel; Rutherfordio recibe su nombre de Ernest Rutherford, entre otros más. En cambio, la International Union of Pure and Applied Chemistry (IUPAC), asigna sólo a dos elementos del sistema periódico el nombre de mujeres científicas, reconociendo así su trabajo: el de meitnerio, en honor a Lise Meitner, y el curio, que se llamó así por Marie Curie y su esposo Pierre.

El Sistema Periódico constituye un ejemplo del escaso reconocimiento que a lo largo de la historia se ha otorgado a las investigaciones realizadas por científicas y, por tanto, al género femenino en la ciencia, presenciando con indefensión cómo sus descubrimientos eran atribuidos a hombres cercanos.

Referencias bibliográficas

Gray, Teodore W. (2010): Els elements: una exploració visual de tots els àtoms coneguts de l’Univers. Institut d’Estudis Catalans y Publicacions de la Universitat de València.

Morales, Ana Isabel (2019): Hacia la igualdad de género en la historia del sistema periódico, Anales de Química, 115(3), 227-234.