ÁLBUM MAGA

                                      CUCURBITÁCEAS

Paula Daza Navarro

Universidad de Sevilla

pdaza@us.es

Imagen: Álbum Maga.

Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla.

Mi padre nos traía todas las semanas dos o tres sobres de cromos de los álbumes Maga. Mi hermano y yo estábamos siempre expectantes a ver qué nos tocaba. Tuvimos, que yo recuerde, al menos dos, uno de Ciencias y otro de Pueblos del mundo y, de hecho, aún los conservo, aunque las portadas ya no existen ¡tendrán la friolera de 53 años!

Con el álbum de los pueblos del mundo aprendí grupos étnicos como los hunos, los hititas o los huicholes. Conocí sus costumbres, sus trajes, sus comidas y donde vivían, de manera que viajaba con esos cromos. Más adelante sí que viajé, y cuando tuve mi primer sueldo de becaria me fui a Kenia y conocí a los kikuyus y a los massais, y hasta tengo fotos con ellos.

Con el álbum de Ciencias aprendimos los planetas del sistema solar, los tipos de rocas que hay, así como cantidad de nombre de familias de animales y plantas. Aún me acuerdo del día que abrimos el sobre y salió la Familia Cucurbitáceas ¡¡ja ja ja!! Parece que aún estoy oyéndonos a los tres, a mi padre, a mi hermano y a mí ¡¡cucurbitáceas!! Las carcajadas llegaron hasta la cocina y entonces mi madre se acercó, porque claro, las madres estaban casi siempre en la cocina, y eso que la mía trabajaba fuera. Seguimos riéndonos y con los ojos llenos de lágrimas mi padre siguió leyendo y había nombres como Cucurbita pepo (calabacín), Cucurbita máxima (calabaza) o Cucurbita melo (melón).

 

Como he dicho no he olvidado ese día y creo que los álbumes Maga alentaron mi pasión por las ciencias. Como profesora de Fundamentos de ciencias de la vida del grado en Educación primaria, asignatura que trata de enseñar los conocimientos básicos de Biología que debe tener un futuro maestro/a, sigo unida a las Cucurbitáceas en cierto modo. Cuando me toca enseñar la clasificación de las plantas ellas son una de las familias que siempre nombro y les cuento muchas curiosidades suyas, como que sus flores son masculinas o femeninas, aunque están separadas en la misma planta.

Las cucurbitáceas, o plantas de la familia de las cucurbitáceas, se componen de melones, calabazas y pepinos. Estos cultivos constituyen una de las familias de plantas más grandes de cultivos utilizados para el consumo humano. Más adecuadas para temperaturas cálidas, las cucurbitáceas necesitan pleno sol y un suelo bien drenado para prosperar. La combinación de tecnología y experiencia ha permitido a los productores proporcionar las soluciones de cultivo de cucurbitáceas más eficaces y cultivos de la más alta

La lectura de esos álbumes a lo largo de mi infancia fue determinante para que hoy sea una científica comprometida con la enseñanza de las ciencias a todos los niveles, desde los estudiantes de Biología, a los futuros Maestros y Maestras, así como a los más pequeños y a la sociedad en general. Fomentar la enseñanza de la Ciencia en las niñas y su amor por ella me hace seguir en esta Universidad a la que cada día comprendo menos, porque necesitamos mujeres científicas, ya que creo que nosotras tenemos otra visión de las relaciones entre la humanidad y la Tierra.

Convencida que una buena alfabetización científica genera mejores ciudadanos y ciudadanas preocupados por el planeta que nos estamos cargando, hoy quiero darle las gracias a la editorial Maga, desaparecida en 1986, por su gran labor, porque gracias a las divertidas Cucurbitáceas hoy sigo aquí.

Referencias bibliográficas

Miller Chemical (2024): Cucurbitáceas. En línea:  https://www.millerchemical.com/es/cultivos-y-soluciones/cucurbitaceas/