CUADERNO DE DIBUJO

                ESCOLAR

     DIBUJAMOS LO MISMO CON FINALIDAD DIFERENTE

Carmen Diego Pérez

Universidad de Oviedo

cdiego@uniovi.es

Imagen: Cuaderno de dibujo escolar.

Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla.

El dibujo es un medio de expresión universal desde que los humanos habitaron en cavernas e interpretamos los restos de arte rupestre –grabado o pintado sobre piedra– como medio de comunicación entre los individuos antes de que apareciese la escritura. Desde hace décadas se admite que el dibujo prepara al niño para escribir, pues infantes de pocos años dibujan espontáneamente, comunicando cosas sin palabras. Esa actividad es reconducida en los primeros cursos de escolarización al practicar el dibujo antes que la escritura o simultáneo con esta y en los siguientes se perfecciona paulatinamente, tanto durante la enseñanza obligatoria como postobligatoria, para capacitar técnicamente al estudiante.

El dibujo siempre se ha planteado como una enseñanza propedéutica, más como una forma de aprender que como una cosa que se tenga que aprender. Fue una disciplina presente en la enseñanza para ambos sexos desde la primera estructuración del sistema educativo español establecida por la Ley de Instrucción Pública del 9 de septiembre de 1857, que diferenció la finalidad de su enseñanza, pues los niños cursaban “Principios de Geometría, de Dibujo lineal y de Agrimensura” y las niñas “Elementos de Dibujo” aplicado a las labores propias de su sexo (artículo 5º). Ambos se adiestraban en el dibujo geométrico y en el artístico, pero ellas empleando esos conocimientos para la costura, el bordado, el corte y la confección de ropa y prendas –trazar con exactitud y simetría los patrones con los que confeccionar las prendas de ropa evita malgastar tela– o para la industria decorativa. Cuando se amplió la enseñanza primaria hasta los 12 años (Real Decreto de 16-X-1901) el dibujo continuó siendo una de las doce materias de la primera enseñanza que niños y niñas aplicaban de manera diferente.

Paralelamente, la asignatura de dibujo se impartió en las respectivas escuelas normales masculinas y femeninas, aprendiendo los estudiantes a usar la regla y el compás, a trazar círculos, triángulos, ángulos rectos, agudos…, pero las maestras para dibujar las prendas de vestir –que tienen siempre forma de polígonos irregulares, rectilíneos, curvilíneos o mixtos– o un festón, unas ramas, una flor, …

No son muchos los manuales publicados para enseñar dibujo durante el siglo XIX y de ellos sólo unos pocos se destinaron a las mujeres. Profesores de Escuela Normal como Crescencio Molés o Prudencio Solís insinuaron cómo aplicar la geometría y el dibujo lineal a las labores de costura en sus obras, siendo maestras las que publicaron las más completas y didácticas como Walda Lucenqui Gárate (1847-1923) autora de Álbum de dibujos aplicados a las labores. Obra destinada a las escuelas de niñas y Normales de maestras (1875) y Método de dibujo aplicado a las labores (1883), obras publicadas en Badajoz de las que no se conservan ejemplares; sí podemos consultar los libros de Casilda Monreal Parro (ca.1850-1906), de Francisca Ferrer de Pertegás (1853-1931) o de Elisa López Velasco (1884-1935) quien planteó que la enseñanza no debía ser diferente para niñas y niños en la escuela primaria, como señalaba la ley, y que el dibujo no es solo una habilidad manual sino un lenguaje. Con la entrada en vigor de la Ley General de Educación del 4 de agosto de 1970 la enseñanza del dibujo fue común para ambos sexos, denominándose “expresión plástica” o “educación artística”, y así sigue en la actualidad.

  Imágenes: Portada y lámina VIII incluida por Monreal con dibujos geométricos en cuadrículas que facilitan el bordado de cenefas.

Los niños son dibujantes natos –en papel, en una pared, en la acera…–, dibujando aprenden a dibujar. Siguiendo las teorías de Rousseau, Pestalozzi y Fröebel, se ha ido asentando la idea de progresión en su enseñanza: primero el dibujo libre o espontáneo, luego el dibujo del natural (lo que parece sugerir la escena de la cubierta del cuaderno de dibujo escolar), seguido del decorativo y geométrico; no obstante, en la práctica, el escolar debía amoldarse a las directrices del docente imitando o copiando el dibujo de la pizarra, de una lámina, de un libro, siguiendo una línea de puntos o coloreando sin salirse de la línea de una silueta cuando el dibujo está impreso en un cuaderno. En las libretas escolares el dibujo está presente en la rotulación de la tarea, ilustrando los textos con figuras humanas, fauna, flora, objetos, frisos, cenefas, etc. En la asignatura concreta, el dibujo se realizaba en cuadernos específicos con papel de mayor gramaje o bien en láminas sueltas que se reunían a final de curso en un bloc.

Referencias bibliográficas

Collados Cardona, Esther (2007): La práctica del dibujo en la Escuela Primaria: estudio de un Manual de Elisa López Velasco, pensionada por la J.A.E. En Sánchez, Felicidad y otros (Coords.). Relaciones internacionales en la Historia de la Educación. Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (1907-2007). Cáceres: Sociedad Española de Historia de la Educación y Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Extremadura, 309-319.

Ferrer de Pertegás, Francisca (1897): Elementos de geometría descriptiva y nociones de dibujo con aplicación a las labores de las maestras. Valencia: Imprenta Gambau, Vicent y Masiá.

López Velasco, Elisa (1933): La práctica del dibujo en la escuela primaria. Madrid: Espasa Calpe, 4 vols.

Molés, Crescencio (1882): Curso de Geometría y Dibujo lineal aplicado á las labores, con arreglo a los procedimientos empleados en el método de Heindrickx convenientemente modificados. 4ª ed. Barcelona: Imprenta y Litografía de Faustino Paluzie. (Primera edición 1864).

Monreal, Luciana Casilda (1884-1885): Cartilla de geometría y dibujo aplicada a las labores y al corte para uso de las escuelas de niñas. Madrid: Imprenta de Gregorio Juste, 2 vols.

Solís y Miguel, Prudencio (1874): Dibujo lineal a ojo y a pulso, con aplicación á las labores y al corte de ropa blanca, para uso de las niñas y de las aspirantes al magisterio. Valencia: Juan Mariana y Sanz.

Solís y Miguel, Prudencio (1889): Nociones de Geometría y Dibujo aplicado a las labores para las aspirantes al magisterio. 3ª ed. Valencia: Imprenta de Francisco Vives y Compañía.