RAYAS
MÉTODO RACIONAL Y REVOLUCIONARIO PARA
LA LECTURA A INICIOS DEL SIGLO XX
Rodríguez Álvarez, Ángel (1942): Rayas, 2ª parte. Plasencia (Cáceres): Editorial Sánchez Rodrigo.
Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla
El libro de Rayas supuso a comienzos del siglo XX toda una revolución en el método de lectura por la escritura. Es incuestionable la auténtica revolución pedagógica en relación con el tratamiento del aprendizaje del proceso lecto-escritor, toda vez que se abordaban ambos aprendizajes de forma totalmente simultánea e inseparable.
Hasta la llegada del método del maestro cacereño, algo parecido en cuanto concierne al método de lectura y escritura hay que buscarlo a finales del siglo XVIII. Concretamente es en 1780 cuando el monarca ilustrado Carlos III creó el Colegio Académico del Noble Arte de las Primeras Letras. Pero, en líneas generales y como ocurrirá durante todo el siglo XIX, no existía un código ordenador definitivo al respecto. Cabe resaltar que, por lo general, había cierta libertad y así, en cada escuela, se elegía un modelo para el aprendizaje de la lectura y la escritura, pero siempre de forma separada. Durante todo el siglo XIX el proceso didáctico mejoraría notablemente, aunque en lo que toca a lectura y escritura se seguirían las pautas establecidas desde el inicio de la centuria.
Su ideólogo fue entre 1904 y 1905 Ángel Rodríguez Álvarez que por entonces desempañaba el magisterio en Canarias. Impulsado, editado, distribuido y propagado a partir de 1905 por Agustín Sánchez Rodrigo que se anunciaba en la portada del libro como Editorial Sánchez Rodrigo.
El maestro de la localidad cacereña de Serradilla, Ángel Rodríguez, consideraba que si el método se imponía se habría dado un enorme paso en lucha contra el analfabetismo y, sobre todo, se lograría que el niño no dejara a un lado la lectura, vehículo instrumental básico para el posterior acercamiento a la cultura.
La primera gran novedad que abordó el autor fue el relacionar de forma estrecha y por vez primera la lectura, la escritura y las primeras nociones de gramática. El secreto del éxito radicaba en llevar a cabo del aprendizaje de la lectura y la escritura casi un juego para el niño, pues, no en vano, estaba convencido de que la causa de que muchos adultos no tocasen un libro se escondía en que la sola presencia les recordaba la dureza de los silabarios y catones. Empero, entendía que la curiosidad de los niños era muy activa cansándose ante lo que supusiera adoptar una actitud pasiva, esto es, el ejemplo de escuchar. El tener en cuenta este facto psíquico fue otro de los pilares que marcaron el éxito del método Rayas.
¿Cómo se presentaba el libro de Rayas? La primera página tenía dibujos sencillos que combinaban varios tipos de líneas para que el alumno, al copiarlos, ejercitara la grafomotricidad y direccionalidad del trazo. A continuación, se comenzaba con la copia de letras a la vez que se aprendía a leerlas. En suma, se principiaba con el trazo para continuar con su interpretación.
¿Qué supuso Rayas desde un punto de vista estrictamente pedagógico? Indudablemente, frente a los catones que eran libros compuestos de frases y periodos cortos y graduados que se usaban para ejercitar en la lectura a los que se principiaban en la misma, Rayas vino a eliminar el aburrimiento del niño y transformar en placer lo que antes, en cierta medida, era tortura. El maestro pasaba a ser toda una especie de conductor ordenador del trabajo del niño. Así, desde el primer día los niños no realizaban palotes sin sentido, sino que escribían letras, sílabas, palabras y frases, al tiempo que aprendían a escribir y leer al mismo tiempo.
El Método Rayas era todo un éxito pedagógico sin precedentes al que Agustín Sánchez Rodrigo consagró sus mayores esfuerzos. La crítica lo elogiaba hasta la saciedad pero no se correspondía con los ingresos que generaba su venta. Una Real Orden lo declaró como libro útil para la enseñanza y el propio monarca Alfonso XII lo elogió en los periódicos. Recibió numerosas distinciones y honores, entre otros, el de la Medalla de Plata de la Exposición Hispano Francesa de 1908.
¿Qué editorial dio cobertura a tan importante empresa pedagógica? Como apuntábamos más arriba, fue la imprenta fundada por Agustín Sánchez Rodrigo, también de la localidad de Serradilla el que asumió tal tarea. El modelo pedagógico de Rayas funcionó y alcanzó gran difusión en las escuelas españolas e hispanoamericanas. Los biógrafos del impresor nos revelan que Agustín Sánchez empleó toda su fortuna en la adquisición del método y su óbito, en 1933 y arruinado, no le permitió contemplar y gozar del éxito de Rayas cuyos mejores años fueron los que transcurrieron desde los cuarenta hasta los años sesenta.