MANUALES DE COSTURA PARA

                    NIÑAS

                               NUESTRAS LABORES

Luz Sanfeliu Gimeno

Universitat de València

M.Luz.Sanfeliu@uv.es

Mi costurero. Josefina Bolinaga (1967).
Museo Andaluz de la Educación

Los Manuales de Costura para niñas fueron, durante el periodo franquista, publicaciones que servían de guía o modelo para aleccionar a las niñas a diferentes niveles. Por un lado, la mayoría de estos manuales funcionaban a modo de tutoriales que explicaban de forma detallada aspectos básicos de la costura que las niñas debíamos aprender en las clases de labores. En muchos casos, contenían dibujos acompañados de explicaciones que describían paso a paso las técnicas básicas para hacer de forma correcta un sinfín de labores comoel punto de cruz, los pespuntes, los dobladillos, hacer ojales, coser botones, etc. Algunas niñas detestábamos estas labores, pues requerían una paciencia y un esfuerzo que hubiéramos preferido dedicar a otros menesteres.

En cualquier caso, era obligatorio que a partir de este manual o tutorial las niñas realizáramos las labores indicadas sobre telas preparadas para ello, haciendo diferentes muestras que después eran evaluadas por la maestra. Con las técnicas que nos enseñaba el libro y con la guía de la profesora, a veces hacíamos también piezas de costura sencillas como camisones, bolsas de pan, mantelerías o pequeños manteles para dos personas que llamábamos: “Tú y yo”, que las madres nos guardaban para completar el ajuar que aportaríamos al matrimonio, principal destino, entonces, en la vida de una mujer.

Otros manuales de costura como el que vemos en la imagen, escrito por Bolinaga (1951), maestra de primaria, a veces tenían otras funciones como la de ser un libro de cuentos que se leían en voz alta mientras cosíamos en clase.

La intención de estos cuentos (La promesa o La merienda de Rosalía, etc.) era sin duda aleccionar a las niñas sobre las virtudes que debíamos tener como la piedad o la caridad cristianas, la diligencia o la generosidad con los más pobres.

Y también, esos relatos pretendían convencernos de que el aprendizaje de la costura era el arte más bello que podía aprender una mujer. Junto a otras “artes” como la cocina, la limpieza, el planchado, etc., los conocimientos de costura debían prepararnos para ser buenas amas de casa, destino fundamental que el régimen franquista reservaba a las mujeres, puesto que la costura nos enseñaba a confeccionar y reparar la ropa personal y del hogar, lo que posibilitaba a las buenas costureras de la épocatrabajar como modistas en su domicilio y a las casadasahorrar un buen dinero cosiendo para la propia familia.

Sin embargo, y a pesar de los mensajes sexistas y trasnochados de aquellos manuales de costura, los cuentos que escuchábamos, sus personajes y sus tramas nos permitían dejar volar la imaginacióndurante las largas tardes cosiendo en la escuela.

Y entonces, algunas niñas, con el “pañito” de coser entre las manos y con la aguja que tratábamos de controlar, aprendíamos también a inventarnos otras historias, otros argumentos con los que nos confeccionábamosotras vidas posibles, hilvanando futuros más libres y más diversos para nosotras.

Arroz con leche. Canción popular infantil

Arroz con leche, me quiero casar
Con una señorita de la capital
Que sepa coser, que sepa bordar
Que sepa abrir la puerta para ir a jugar

 

Con esta sí, con esta no, con esta señorita me caso yo

Yo soy la viudita del barrio del rey
Me quiero casar y no sé con quién
Con esta sí, con esta no, con esta señorita me caso yo

Referencias bibliográficas

ÁrbolABC.com (s.f). Canción infantil, Arroz con leche. https://arbolabc.com/canciones-infantiles/arroz-con-leche

Bolinaga, Josefina (1951): Mi Costurero. Plasencia. Cáceres: Editorial Sánchez Rodrigo.