EL SALTADOR

Carmen Rodríguez Fernández

Universidad de Sevilla

carrod@us.es

Saltador.
Museo Andaluz de la Educación

Este emblemático “juguete” se puede describir como un artilugio de dos mangos torneados en madera y una cuerda de cáñamo en cuyos extremos tiene un trenzado especial realizado a mano, aunque los de antaño tan solo poseían un tramo de cáñamo al que le hacíamos un nudo al final para que la cuerda no se deshiciera al jugar de la comba.

La cuerda o soga, podía saltarse individualmente o en grupo, siendo una actividad practicada por todas y todos en nuestra infancia, algo que unía al niño pobre con el mas rico y afortunado.

Pero la acción de saltar ha sido y es una habilidad motriz natural del ser humano, realizándose tanto libre como sobre un objeto próximo por diferentes motivos y razones, y trascendiendo a diferentes culturas y épocas. Se ha utilizado para atacar, ganar ventaja, combatir, escapar de animales peligrosos, bailar en rituales, conseguir frutos de los árboles o simplemente participar en celebraciones. Brincar es una habilidad que puede ser desarrollada y que a lo largo de la historia ha servido al ser humano para sobrevivir, y , por tanto, es ancestral. La asociación del salto a una soga o cuerda, tiene un amplio gran recorrido histórico. Sumerjamos en el…

Se dice que el origen del salto de cuerda se produjo sobre el año 1600 AC, en el antiguo Egipto, donde existía una gran industria para la fabricación de cuerda trenzada a partir de fibras vegetales en las riberas del Nilo. Los trabajadores manufacturarían cuerdas, lianas y sogas de diversos tamaños y longitudes. Y entregarían a sus hijos fragmentos de estos útiles para que se divirtieran saltando. Este juego fue observado por los marineros que arribaban a las costas y ciudades del interior del rio Nilo y fue difundido por los puertos del Mediterráneo oriental durante sus viajes.

 

Como fruto de tal difusión, en La Grecia Clásica (460 AC) , el conocido médico heleno Hipócrates llamado el padre de la medicina, recomendaba esta actividad de saltar el cordel en unos de sus escritos, dado sus beneficios y mejora de la agilidad. Dicha actividad se encontró reflejada en las vasijas encontradas con dibujos de niños saltadores de cuerda.

Está claro que el salto de cuerda a parte de ser un juego, era un elemento de beneficios y mejora del estado físico del sujeto, dando vigor a quien lo practicaba y llegando a estar relacionado con la habilidad y el poder de los guerreros en su entrenamiento. De hecho, en la Roma imperial, los centuriones romanos utilizaban esté método para mantener a las tropas de la legión de roma en buen estado físico.

Si avanzamos sobre el saltador en el tiempo, hay que decir que se han hallado pinturas medievales con niños saltando el lazo, por lo que también era un juego practicado en aquella época. Incluso, en la China de los grandes Emperadores, existían también artesanos que fabricaban cuerda trenzada de hilos. Existen referencias y escritos sobre el salto de lazo y la época de la antigua China, donde era una de las actividades preferidas como divertimento en las celebraciones de la fiesta del año nuevo. Los chinos son muy aficionados a saltar a la cuerda en grupo.

El “salto del lazo”, es como se hizo popular por Europa en especial en los Países Bajos. Se sabe que cuando los colonos ingleses llegaron a Nueva York, llamada en aquel tiempo nueva Ámsterdam, encontraron muchos holandeses que disfrutaban del juego de saltar a la cuerda, siglo XVIII.

Ya en los años 40 y 50 del siglo pasado, se hizo un juego muy popular en Estados Unidos. En las décadas siguientes un movimiento aprecio los beneficios cardiovasculares para la salud de los niños que los practicaban con lo que se fomentó la creación de clubes y las competiciones que se han extendido poco a poco por el mundo. De hecho, existen federaciones y asociaciones de salto de la cuerda en diferentes países del mundo que están organizados y consideran el salto de cuerda como deporte de competición en toda regla, para así llevar la historia del salto de cuerda un paso más hacia delante.

Por tanto, el juego popular tradicional mayoritariamente conocido como “practicado por niñas” vemos que en su origen, desarrollo y evolución, era una actividad muy completa para mantener en forma al cuerpo, de divertimento, siendo usada por celebraciones ancestrales, centuriones y guerreros. Un elemento tan simple como una cuerda, convertido en saltador, que trasciende de todo emblema conocido solo por los cantares de niñas en plazas y patios de recreo, libre de prejuicios y estándares. Olvidarlo no podemos ni debemos, solo intentemos seguir fomentando que este en nuestras vidas, de niños y niñas, y ahora de mayores y adultos.