CASTAÑUELAS

       INSTRUMENTO ARTÍSTICO Y PEDAGÓGICO DE

               IMAGINARIO COLECTIVO ANDALUZ

Bárbara de las Heras Monastero

Universidad de Huelva

barbara.delasheras@dedu.uhu.es

Castañuelas. Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla

Las castañuelas, también conocidas con el nombre de palillos, han representado el instrumento de percusión por antonomasia en la Danza Española[1]. Desde antiguo, se tiene constancia de destacadas bailarinas, academias, y maestras y maestros que emplearon este recurso en la interpretación de los bailes y creación de las coreografías. El virtuosismo técnico requerido para su ejecución dancística constituye la principal característica de las distintas modalidades de danza que integraron las castañuelas en su repertorio, tales como, la Escuela Bolera, la Danza Estilizada, los bailes tradicionales españoles o el Baile Flamenco. En esta reseña pretendemos mostrar un somero recorrido histórico sobre el empleo de las castañuelas centrándonos, sobre todo, en el contexto andaluz.

[1] Se refiere al conjunto de especialidades formadas por la danza estilizada (o también denominado clásico español), la escuela bolera, el baile flamenco y la danza regional.

La primera noticia que tenemos sobre el acompañamiento de este instrumento data de la conquista romana en la península ibérica a partir del siglo II a. C. y hasta el siglo I d. C. por parte de las bailarinas gaditanas (antigua Gades, Baetica), conocidas como Puellae Gaditanae, las cuales gozaron de gran prestigio por su alto nivel interpretativo, al combinar la música y la danza invocando a la diosa Astarté. Las danzas, caracterizadas por su virtuosismo y vistosidad, eran acompañadas de los crótalos o castañuelas (Baetica crusmata), que se fabricaban con las conchas marinas (Sánchez, 2016). Más adelante, en el siglo XVI empezó a gestarse la Escuela Bolera en los escenarios de los teatros. Se consolidó, fundamentalmente, en Andalucía durante el siglo XVIII debido a su aclamado éxito. También conocida antiguamente como Baile de Palillos, se trataba de una variante de la técnica del ballet clásico acompañada del toque de las castañuelas. Destacaba por el virtuosismo y dificultad técnica, así como el carácter alegre y rítmico de sus coreografías gracias al particular repiqueteo del instrumento. En el contexto popular, era común que las mujeres participaran en las funciones con todo tipo de instrumentos. Además de castañuelas, tocaban panderos, botellas, cántaras, bandurrias y guitarras. 

De la complejidad de su manejo tenemos constancia en tratados de danza. Sirva de ejemplo la obra de Juan Fernández de Rojas Crotalogía ó Ciencia de las castañuelas: instrucción científica del modo de tocar las Castañuelas para baylar el Bolero, publicada en Valencia en 1792. En ella, es llamativa la intencionalidad de carácter científico del autor empleando términos como “ciencia”, “instrucción científica” o “noción exacta”. De esta manera se evidencia la dificultad del manejo del instrumento elevándolo a la categoría de método científico. Dado el éxito de las danzas donde se emplea las castañuelas, a mediados del siglo XIX proliferaron espacios educativos, conocidos como “salones”, donde se impartía clases de bailes populares que se denominaban “bailes de jaleo” o de “palillos” y, más tarde, “bailes andaluces”. Uno de los más afamados era el salón “La Aurora” regentado por la bolera Amparo Álvarez “la Campanera”, que ayudó a consolidar y transmitir el estilo sevillano. De esta gran maestra aprendió Ángel Pericet Carmona, con quien nacería una dinastía de artistas boleros, la familia Pericet, encargados de la conservación y transmisión del legado pedagógico de la Escuela Bolera. Rescataron bailes desde el siglo XVIII y publicaron los Cuadernillos de los tres cursos Pericet de Escuela Bolera (1942) con carácter didáctico.

También en el cine la presencia de las castañuelas ha sido recurrente, sobre todo, a partir de la década de los años treinta con el surgimiento del subgénero cinematográfico denominado musical folclórico andaluz, que se extendería hasta las décadas de 1960 y 1970 (Gallardo, 2010). Irrumpe con películas como Rosario la cortijera (1935), Morena Clara (1936) o María de la O (1936). Y, más adelante, Embrujo (1948) o Duende y misterio del flamenco (1952), que toman la danza española y el baile flamenco como reclamo, destacando figuras como Imperio Argentina o Lola Flores. En todas ellas, se estereotipa a la mujer andaluza o gitana que suele cantar o bailar y, en el transcurso de las escenas musicales, se aprecia las castañuelas como un elemento reiterativo que fortalece dicha imagen folclórica y costumbrista, herencia de los viajeros románticos del siglo XIX.

Pero, a medida que se ha ido poniendo de moda el Baile Flamenco a nivel artístico y formativo, el uso de las castañuelas ha ido cayendo en desuso. Aunque, bien es cierto que este hecho se ha acentuado en décadas recientes. Pues, desde la década de los setenta del siglo XIX con el establecimiento de los cafés cantantes este instrumento era empleado tanto en los bailes boleros como en los bailes flamencos. Y a lo largo del siglo XX, bailaoras relevantes del primer cuarto del siglo XX como Pastora Imperio o Antonia Mercé y Luque La Argentina eran grandes virtuosas del mismo; así como, las máximas figuras de las compañías flamencas que empiezan a consolidarse a mediados de siglo como Carmen Amaya, Antonio y Rosario, Encarnación López La Argentinita o Pilar López, entre otros, que las incluían en sus repertorios coreográficos.

Sin embargo, se produjo un giro a partir de los años setenta y ochenta basado en la falta de uso de los complementos femeninos en el Baile Flamenco que afectó, no sólo a las castañuelas, sino también al mantón, el abanico, el sombrero o la bata de cola. Esto fue debido a la apertura al exterior que experimentó nuestro país después de la dictadura franquista, que afectó a la entrada de nuevas modas y formas de entender la vida y, en consecuencia, al arte. Produjo cambios fundamentalmente en el baile femenino, donde ha primado la virtuosidad, fuerza y rapidez de la técnica de pies y, en paralelo, ha mermado la importancia del braceo y del acompañamiento de los elementos mencionados. Para contrarrestar la ausencia de las castañuelas como elemento de percusión, se ha sustituido mediante las palmas o golpes en el cuerpo. Este fenómeno se constata en la tesis doctoral De las Heras (2018) a través del testimonio de la bailaora Loli Flores, quien afirma que en las últimas décadas el baile de mujer se caracteriza por el aumento del zapateado, la falta de personalidad artística entre las distintas bailaoras y la pérdida del recurso de los palillos.

Por último, las castañuelas constituyen un elemento cultural que forma parte del imaginario colectivo de la sociedad andaluza y se utiliza en las ferias, las romerías o eventos festivos y culturales. También, en el ámbito educativo, la técnica de las castañuelas es aprendida en la enseñanza del baile por Sevillanas en las actividades extraescolares de las escuelas, en las academias privadas o en centros culturales. En el ámbito de la educación formal, se exige como uno de los contenidos obligatorios y se concreta como criterio de evaluación para la superación del grado medio de Danza Española y de Baile Flamenco. Así, podemos afirmar que, aunque ha perdido su uso en el ámbito artístico, sigue manteniéndose vivo en el campo de la enseñanza.

Referencias bibliográficas

De las Heras Monastero, Bárbara (2018): La enseñanza del baile flamenco en las academias de Sevilla. El legado de tres generaciones de maestras y maestros (1940-2010). (Tesis doctoral). Sevilla: Universidad de Sevilla.

Fernández de Rojas, Juan (1792): Crotalogía ó Ciencia de las castañuelas: instrucción científica del modo de tocar las Castañuelas para baylar el Bolero. Valencia: Salvador Faulí.

Gallardo Saborido, Emilio (2010): Gitana tenías que ser: las Andalucías imaginadas por las coproducciones fílmicas iberoamericanas. Sevilla: Centro de Estudios Andaluces.

Sánchez, Manuel (2016): El origen de las castañuelas en las bailarinas de Gades. Onda Cádiz Digital (prensa). En línea: https://ocadizdigital.es/noticia/c%C3%A1diz/el-origen-de-las-casta%C3%B1uelas-en-las-bailarinas-de-gades