El grupo de investigación «Memoria y comunicación: los usos políticos del pasado» (HUM-1087) de la Universidad de Sevilla nace con el objetivo de promover la investigación sobre las representaciones del pasado que nos llegan a través de las más diversas formas de comunicación, y que son utilizadas con objetivos políticos en el presente. De esta forma, su investigación se sitúa en la intersección entre los estudios sobre memoria y los dedicados a los medios de comunicación y la industria cultural.

Creemos que la relación que, como sociedad, tenemos con nuestro pasado, define lo que somos en el presente y, en cierta medida, lo que seremos en el futuro. Al mismo tiempo, esta relación está sujeta a diversas mediaciones, a “intermediarios políticos” que van desde la familia a los medios de comunicación pasando, desde luego, por el sistema educativo.

Pretendemos llevar esas mediaciones al centro de nuestras investigaciones con el objetivo de contestar, siquiera parcialmente, a preguntas como ¿por qué tenemos, como sociedad, la memoria que tenemos, y no otra? O, lo que es lo mismo: ¿por qué recordamos, colectivamente, lo que recordamos? Y también: ¿qué papel cumplen los medios de comunicación en la construcción de la memoria social?, ¿qué consecuencias políticas tiene que nuestra memoria sea la que es, y no otra?, ¿cómo se usa, política y propagandísticamente, el pasado?

Este proyecto nace, además, de una preocupación por las políticas públicas que regulan las representaciones del pasado. Creemos que es necesario abrir a la ciudadanía la discusión sobre las políticas que regulan la memoria histórica, tanto a nivel local y regional, como al nacional e internacional. Y queremos participar en el debate, contaminándolo, además, con el de las políticas de comunicación sobre el pasado, que deben discutirse paralelamente a las de memoria.

El acceso a los medios es poder. Y los propios sistemas de medios de comunicación son complejas redes de relaciones de poder. Sin la democratización de dichos sistemas resulta difícil pensar en la democratización de la memoria. Las políticas que regulan los sistemas de medios influyen en la visión del pasado que tenemos; una visión mediatizada por el cine de Hollywood, los libros de texto, las series de televisión, las redes sociales, los videojuegos, etc. La forma en la que consumimos la Historia importa; la regulación de la industria mediática también.

El grupo de trabajo en «Memoria y comunicación: los usos políticos del pasado» tiene una clara vocación internacional, pero es también un grupo que nace en Andalucía y que quiere contribuir al debate memorialista español y andaluz, así como participar del movimiento memorialista, que también tiene una historia merecedora de atención y estudio.