Informamos de que el plazo para enviar artículos al monográfico "Movimientos conectados: Abordajes tecnopolíticos" de la revista IC-Journal se ha ampliado hasta el 15 de junio de 2019.
Ver CFP: https://ic-journal.org/cfp-2019/
Editado por José Candón Mena (Universidad de Sevilla) y Jesús Sabariego (Universidad de Sevilla y Centro de Estudos Sociais / Universidade de Coimbra)
Recepción de originales: 01/01/2019-15/06/2019 (Plazo ampliado al 15 de junio)
La revolución de las tecnologías comunicativas ha provocado profundos cambios entre los que se ha destacado el uso y apropiación de las mismas por parte de los movimientos sociales contemporáneos (Della Porta & Diani, 2006; Castells, 2009; Bennett, 2003; Sampedro, 2005; Candón-Mena, 2011; Calle, 2005; Juris, 2006; Tilly & Wood, 2009; Gerbaudo, 2017). La experiencia neozapatista se convirtió en un hito fundacional del uso activista de Internet (Cleaver, 1995 y 1998; Leetoy, Gómez y Vázquez Liñan, 2004), luego reforzado por el impacto del movimiento altermundista que consolidó las prácticas tecnopolíticas (Della Porta, 2005 y 2007; Fleischman, 2004;Feixa, Pereira & Juris, 2009;López Martín, 2007; Haché, 2006). Desde entonces el uso de las tecnologías comunicativas para la movilización se ha convertido en una característica fundamental de los movimientos contemporáneos. Un rasgo común que comparten desde los movimientos más novedosos protagonizados por “nativos digitales” (Prensky, 2001) como el 15M (Candón-Mena, 2013) a las movilizaciones de corte más clásico como las de los chalecos amarillos franceses, también convocadas a través de internet.
Tras el ciclo altermundista, el ciclo de protestas de 2010-2016 (Primavera árabe, 15M, #Yosoy132, Geração à rasca, Occupy…)yla institucionalización de sectores de estos movimientos están reconfigurando incluso el sistema de partidos. Después de experiencias precedentes de movilización social, los nativos digitales irrumpen en la esfera institucional de múltiples formas, surgiendo nuevos partidosanti-stablishmentde distinto signo político (como Podemos en España o el Movimiento 5 Estrellas en Italia) o influyendo en los partidos tradicionales a través del apoyo a candidatos outsider(como Bernie Sanders en EEUU o Jeremy Corbyn en Reino Unido). A su vez las técnicas debig dataadquieren protagonismo en las campañas electorales (Obama, Trump…). Fenómenos de distinto signo político, promovidos tanto desde las bases como desde las élites, en el ámbito de la movilización social así como en el de la esfera institucional, consolidan la importancia de la tecnopolítica contemporánea.
En este sentido, el debate sobre la incidencia de Internet en la ciudadanía, la participación y la democraciaha oscilado de forma brusca entre tecnoutopistas (De Sola Pool, Negroponte, Rheingold…) y tecnopesimistas (Murdock, Thompson, McChesney, Morozov…) dibujando en muchas ocasiones un panorama en blanco o negro, sin matices ni clarooscuros. En demasiadas ocasiones el determinismo tecnológico ha moldeado las posturas, atribuyendo méritos y culpas sobre fenómenos políticos complejos al supuesto carácter liberador u opresor de las nuevas tecnologías. No obstante, la experiencia acumulada y la abundante literatura disponible en la actualidad nos invita a complejizar el abordaje de los fenómenos tecnopolíticos. Si ya de por sí resulta complicado analizar los fenómenos políticos, que en general responden a múltiples causas, la inclusión del factor tecnológico no hace más que añadir complejidad al debate, más aún dada la moldeabilidad (Manovich,2005) de las nuevas tecnologías comunicativas, que permiten diversos usos, y su relación con el sistema mediático tradicional en un proceso de remedación (Bolter y Grusin, 2000) y convergencia (Cardoso, 2008) que difumina las líneas entre viejos y nuevos medios.
Un abordaje crítico de la tecnopolítica exige por tanto una perspectiva multidisciplinar y nos invita más al escepticismo crítico que a la celebración o condena determinista del impacto de las nuevas tecnologías. Cualquier hipótesis sobre la influencia de las TIC en la política debería atender tanto a factores políticos, ideológicos o culturales como tecnológicos o materiales, tanto a los fines como a los medios, y a la relación entre estas múltiples esferas. Un juicio crítico sobre el uso de las TIC para la movilización política debería atender primero al para qué se usan las TIC por parte de diferentes actores y luego al cómo sirven a los fines propuestos, que pueden ser variados e incluso contradictorios. La experiencia acumulada nos sugiere que las nuevas tecnológias pueden ser una potente herramienta tanto para democratizar el debate público, ampliando las voces presentes en la esfera mediática, como para empobrecerlo, mediante la manipulación o la inmediatez, tanto para empoderar al activismo social como para su vigilancia y represión, tanto para promover movimientos progresistas que buscan “democratizar la democracia” (Sousa Santos, 2016) como para dar cabida a movimientos reaccionarios y xenófobos autoritarios. Ni siquiera es posible valorar el impacto positivo o negativo de las TIC en la democracia sin atender a las distintas nociones de un término en disputa (liberal o representativa, participativa, plebiscitaria, deliberativa…). Así, un mismo fenómeno, como la reconfiguración del sistema de partidos y la crisis de legitimidad del sistema institucional, puede ser visto como un ejemplo de cuestionamiento de las élites y de ampliación de la democracia o tachado, desde posturas que recuerdan al despotismo ilustrado, como la indeseable irrupción del populismo.
Por todo ello, invitamos a la comunidad académica a debatir sobre la complejidad de la tecnopolítica, en particular en referencia a los fenómenos de movilización social, pero también a su impacto en la esfera institucional, con aportaciones desde distintas disciplinas (comunicación, sociología, política, derecho, antropología…) que traten tanto casos de estudio concretos como reflexiones generales basadas en los mismos. Para ello sugerimos diferentes líneas temáticas como:
Y en general aportaciones críticas y multidisciplinares en torno a los movimientos sociales, las nuevas TIC, su relación con los medios tradicionales, los cambios provocados en la esfera institucional, el debate sobre la influencia de las tecnologías comunicativas en las distintas nociones de democracia, las culturas digitales, etc.
Referencias
– Bennett, W. L. (2003). “Communicating Global Activism: Strengths and Vulnerabilities of Networked”. Information, Communication & Society, vol. 6(2), págs.143-68.
– Bolter, Jay David & Grusin, Richard. (2000). Remediation: Understanding New Media.Cambridge: MIT Press.
– Calle, Ángel. (2005). Los nuevos movimientos globales.Madrid: Popular.
– Candón-Mena, José. (2011). Internet en movimiento: Nuevos movimientos sociales y nuevos medios en la sociedad de la información.Tesis Doctoral. Facultad de CC. de la Información, Universidad Complutense de Madrid. (https://eprints.ucm.es/12085).
– Candón-Mena, José. (2013). Toma la calle, toma las redes. El movimiento 15M en internet.Sevilla: Atrapasueños.
– Cardoso, Gustavo. (2008). Los Medios de Comunicación en la Sociedad Red: Filtros, Escaparates y Noticias.Barcelona: UOC.
– Castells, Manuel. (2009). Comunicación y Poder. Madrid: Alianza.
– Cleaver, H. (1995).The Zapatista Effect: The Internet and the Rise of an Alternative Political Fabric.
– Cleaver, H. (1998).The Zapatistas and the International Circulation Struggle: Lessons Suggested and Problems Raised.
– Della Porta, D. (2005). “Making the Polis: Social Forums and Democracy in the Global Justice Movement”, Mobilization, vol. 10, no. 1, 2005b, pp. 73-94.
– Della Porta, D. (ed.). (2007). The Global Justice Movement. Cross National and Transnational perspectives.Boulder CO: Paradigm.
– Della Porta, D. & Diani, M. (2006). Social Movements. An introduction. MA: Blackwell Publishing.
– Feixa, P., Juris, J. And Pereira, I.(2009). “Global citizenship and the ‘New, New’ social movements: Iberian connections”, Young 17:4 : 421–442.
– Fleischman, Luciana (2004). Internet y movimientos sociales comunicación en los movimientos de resistencia global. IAMCR.
– Gerbaudo, P. (2017). The Mask and the Flag. Populism, Citizenism and Global Protest.London: Hurst Publishers.
– Haché, Alex. (2006). Le mouvement altermondialiste, versus les technologies de l’information et de la communication. Université Toulouse 2 Le Mirail , Ecole doctorale TESC (Temps, Espace, Société, Culture)
– Juris, J. (2006). “Movimientos sociales en red: movimientos globales por una justicia global”, en Castells, M. (2006). La Sociedad Red. Una visión Global. Madrid: Alianza.
– Leetoy, Salvador; Gómez Suárez, Agueda y Vázquez Liñán, Miguel (2004). Guerrilla y comunicaciónla propaganda política del EZLN.Madrid: Los Libros de la Catarata.
– López Martín, Sara (2007). “Jóvenes, Internet y Movimiento Antiglobalización: usos activistas de las Nuevas Tecnologías”, enRevista de estudios de juventud,Nº 76, marzo, págs: 183-199.
– Manovich, L. (2005). El Lenguaje de los Nuevos Medios de Comunicación. La Imagen en la Era Digital. Barcelona: Paidós.
– Prensky, M. (2001) “Digital natives, digital immigrants”, On the Horizon,9 (5): 1-6.
– Sampedro Blanco, Víctor Fco. (2005). 13-M Multitudes On-line.Madrid: Los Libros de la Catarata.
– Sousa Santos, B. (2016). La difícil democracia. Una mirada desde la periferia Europea. Madrid: Akal.
– Tilly, Charles y Wood, Lesley J. (2009)Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes a Facebook.Barcelona: Crítica.