PATRIMONIO

ELEMENTOS PATRIMONIALES QUE SE INTERPRETAN

Aplicando esta reflexión de carácter general a los espacios portuarios, los valores que guiarán nuestra propuesta de patrimonialización son los siguientes:

El faro de Chipiona es el referente que identifica la localidad. es el más alto de España, el tercero de Europa y el quinto del mundo, con 62,6 metros de altura. Procedencia: Patronato Provincial de Turismo de Cádiz.

El rastro remolcado es muy característico del puerto de La Atunara, destacan por estar construidos de madera así como por su pórtico en la proa.

Las industrias conserveras de Barbate no sólo están vinculadas a las producciones locales, su cartera de productos es cada vez más amplia.

Los cuartos de armadores siempre han sido un lugar de encuentro y sociabilidad.

Los rituales y fiestas siguen estando presentes en los puertos.

El puerto de Garrucha es el corazón de la localidad, es un buen ejemplo de cómo puerto y ciudad se vinculan sin solución de continuidad.

Los volaores, tradición gastronómica en algunas zonas costeras de Andalucía.

<
>

1. Elementos históricos. Queremos valorar el papel de la actividad marítima, pesquera, portuaria en la historia local, mostrando, cuando sea preciso, la conexión de la historia de las actividades marítimo-pesqueras con la historia local, usando para ello sucesos relevantes que jalonen el discurrir histórico de cada localidad. A veces será necesario poner en relación distintos tipos de actividades, no solamente las pesqueras (navegación, comercio, minería, etc.). Es así mismo significativo mostrar cómo los entornos portuarios han sido escenario de diversos movimientos migratorios, que han facilitado, gracias al encuentro entre colectivos de distintas procedencias, la transmisión de conocimientos, saberes, léxicos, etc. manifestando así la diversidad cultural intrínseca a los espacios marítimos y el papel de los entornos portuarios como punto de encuentro, al tiempo que como espacios históricamente segregados de su hinterland.

2. Actividades de explotación marítima. Uno de los objetos fundamentales de nuestra aproximación es la actividad extractiva. El objetivo más destacado a este respecto es dar a conocer la diversidad de técnicas, útiles (incluyendo embarcaciones), estrategias y especies capturadas. Ello con el sentido de difundir el conocimiento de la capacidad de la cultura productiva de los pescadores para aprovechar un entorno que se percibe como incierto, azaroso y peligroso. Estos valores están presentes en las ideas de los marineros acerca de su trabajo, pero es nuestra intención focalizar el saber hacer para controlar y seducir el medio marino; es decir, subrayar aquella dimensión intangible de la actividad productiva, ligada al conocimiento (de las mareas, de los fondos marinos, de los comportamientos de los peces…).

3. Cadenas económicas: La actividad pesquera no se agota en la producción, y los espacios portuarios son escenarios muy adecuados para poner en conocimiento la cadena económica pesquera, que afecta a la comercialización, a industrias de transformación –cuando procede-, a talleres de diverso tipo. Dar a conocer esta cadena sirve para poner en contexto el papel del pescador como productor primario. En este apartado, además, podremos referirnos al papel de la mujer en la economía pesquera, dentro y fuera del ámbito doméstico.

4. Espacios de sociabilidad. Es un tópico que los pescadores tienen intensas relaciones de sociabilidad originadas en el trabajo, pero reproducidas en otros entornos. Los entornos portuarios son escenario de estas tramas, en las que se comparte tiempo, conversación, conocimientos… Los cuartos de armadores, las actividades de entretenimiento de artes en los muelles, las tabernas (también fuera de los recintos portuarios) son escenarios de estas formas de sociabilidad. A partir de estas referencias podremos dar a conocer la particular organización del tiempo en los espacios portuarios como consecuencia de la actividad pesquera, haciendo referencia a modelos pasados y presentes. Por último, consideramos interesante dar a conocer distintos usos sociales, no relacionados directamente con los espacios portuarios, pero que se desarrollan en sus recintos y límites, mostrando una permeabilidad entre puerto y entorno.

5. Rituales. Los puertos son también escenario de distintas actividades no productivas –aunque relacionadas con las culturas productivas de la pesca-. Puede haber certámenes gastronómicos, actividades de competición deportiva y, particularmente, procesiones y jornadas festivas relacionadas con el icono religioso más importante en las costas andaluzas: la Virgen del Carmen –aunque no exclusivamente-. En estos días, los recintos portuarios se travisten asumiendo nuevos usos y significaciones. Ya sea como fiesta local, ya sea como ritual que aglutina a un colectivo más restringido de pescadores –en función de factores históricos y de la relevancia de la pesca y los pescadores en la sociedad local- estas fiestas permiten constatar la creación de identidades colectivas, en las que la memoria social se reactualiza, y las familias se sienten trascendidas en un cuerpo social único, cuyo referente lo constituye la imagen de referencia. Explicar esta (des)composición de la vida ordinaria del puerto permite un acercamiento más ajustado a la cultura marítima.

6. Valores paisajísticos y de infraestructuras de ingeniería. El puerto está incardinado en un marco paisajístico, tanto natural como urbano. Es nuestra intención enseñar a mirar esa imbricación, a veces obstaculizada por barreras y límites que han segmentado el espacio portuario de su entorno. También queremos dar a conocer los escenarios funcionales internos de los puertos, así como infraestructuras de ingeniería y su papel en el entorno litoral para generar espacios de abrigo. Esto es, familiarizar al público con los elementos básicos que la ingeniería portuaria pone al servicio de la sociedad para apropiarse del espacio marítimo y combatir los factores ambientales (dinámica litoral, tren de olas, vientos dominantes…). En definitiva, enseñar a mirar el puerto en sus distintas funciones aprovechando sus escenarios internos más destacados (muelles y diques de abrigo).

7. Aprovechamientos gastronómicos. Siendo la actividad pesquera una producción primaria que disfruta de una importante diversidad de especies y de tratamiento culinario –como consecuencia de las aportaciones de los distintos grupos sociales que han interactuado históricamente en las zonas litorales-, la gastronomía es un referente patrimonial de primer orden: hace referencia a procedimientos técnicos transmitidos de generación en generación; además, los productos y sus cualidades tienen una gran capacidad de evocación de la memoria entre los actores sociales (pescadores y sus familias); por otro lado, ayuda a comprender las distintas respuestas para garantizar la conservación, la distribución y el consumo de especies capturadas; y, finalmente, facilita el contacto sensitivo con la cultura del mar. Son especialmente valorados los procedimientos y productos transmitidos en el espacio doméstico, así como los platos que constituyeron la dieta de los trabajadores del mar a bordo, cuando eran necesarias expediciones de pesca de varios días.

Complementariamente, también es nuestra intención dar difusión a iniciativas sociales que, desde una perspectiva local, han surgido para reivindicar la cultura del mar, sus espacios, sus conocimientos y prácticas, pues en nuestra perspectiva el proceso de patrimonialización no es una prerrogativa de técnicos, autoridades ni especialistas, sino una dinámica social abierta, vida, a la que deben incorporarse los propios actores que son evocados cuando hablamos de la cultura del mar.

Atlas del Patrimonio Cultural en los Puertos de Interés Pesquero de Andalucía

Agencia Pública de Puertos de Andalucía Universidad de Sevilla Unión Europea

Consejería de Fomento y Vivienda. Agencia Pública de Puertos de Andalucía

Proyectos de I+D+i 2013-2015.

Dinamización de los enclaves pesqueros del Sistema Portuario Andaluz.